Los alumnos del instituto de As Pontes Moncho Valcarce aprenden las leyes ?de Mendel con un kit de roedores comercializado por la firma local Xaraleira
[La Voz de Gaicia] Hace poco tiempo, a José María Vilaboy, propietario de la firma pontesa Xaraleira -dedicada a la cría de roedores para su comercialización como mascotas y alimento de reptiles- se le ocurrió una idea brillante para diversificar su actividad. El empresario pensó que en las aulas podría encontrar otro jugoso nicho de negocio. Y varios meses después, su sueño se ha hecho realidad con el lanzamiento de un kit de roedores con el que los alumnos pueden aprender las Leyes de Mendel, un conjunto de reglas básicas de herencia que constituyen el fundamento de la genética.
El primer centro que se ha hecho con uno de estos kits es el instituto Moncho Valcarce de As Pontes. Según explica Marta Sanjuán, vicedirectora y profesora de biología, las clases prácticas con roedores comenzaron el pasado 8 de abril, cuando el centro recibió tres jaulas de Xaraleira, cada una con dos machos y una hembra, así como con reservas suficientes para alimentarlos durante un mes.
Dos de esas jaulas llegaron con ratones grises, mientras que la otra aloja a una pareja de color chocolate. Casi dos semanas después de su llegada al instituto, en esta última jaula no ha habido descendencia, mientras que en las otras dos -las ocupadas por ratones de color gris-, han venido al mundo nueve y diez crías, respectivamente. Y no solo de color gris, sino también albinas y negras. «Lo que pretendemos con estas clases prácticas es que nuestro alumnado estudie las leyes genéticas de Mendel de una forma práctica; que observen cómo son los ratones y como son las crías que han concebido en el centro educativo, y a partir de ahí, que expliquen cómo es posible que de esos padres puedan nacer hijos con características distintas», apunta la profesora Marta Sanjuán.
Los alumnos que se encargan del mantenimiento de las jaulas cursan tercero de ESO, aunque la experiencia también está dirigida a los estudiantes de biología de cuarto de secundaria y segundo de bachillerato, «pues es en estos niveles donde se estudian los problemas mendelianos», explica la vicedirectora.