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Tan real como la guerra

‘Full spectrum warrior’ es un gran juego que explora las nuevas tácticas, los nuevos enemigos: el terrorismo. Es real en la apariencia de los soldados, en su forma de moverse, en el comportamiento de las armas…


Basado en un simulador de entrenamiento conocido con las siglas MOUT (Operaciones Militares en Terreno Urbano), Full Spectrum Warrior es la réplica en videojuego de la evolución táctica de los ejércitos estadounidense y británico, más preocupados por la amenaza del terrorismo que por el ataque de una nación.
Full Spectrum Warrior es un juego realista que enfunda al jugador en el papel del jefe de una escuadra de combate. Como tal, será el encargado de coordinar dos equipos de elite bajo su mando: Alpha y Bravo. Y no sólo tendrá que resolver un buen puñado de misiones conservando la vida de los miembros de su grupo, sino que también deberá observar las reglas de compromiso: un término moderno que obliga a los militares a respetar las edificaciones de carácter histórico y evitar, sea como sea, la baja de civiles. En una palabra: pura guerra moderna.
Con un guión tan previsible como partidista (los buenos son los británicos y los estadounidenses y los malos fanáticos terroristas talibanes), Pandemic ha sido capaz de desarrollar un videojuego tremendamente cercano a la realidad. Por ejemplo, los soldados están perfectamente caracterizados, no sólo en el aspecto, digamos, físico, sino que los movimientos, su forma de andar, de tomar posiciones o de asegurar una zona son absolutamente reales. Y es algo que se puede extrapolar al entorno del juego. Las calles de Zekhistan (país en el que se refugia el líder de los terroristas) son un calco de las clásicas ciudades de Oriente Medio. Están marcadas por la destrucción propia de la guerra y la miseria, preñadas de callejones claustrofóbicos, con docenas de posibles escondites para los francotiradores…
El juego transpira verosimilitud incluso en lo que a física se refiere. Lo menos que se puede esperar de un juego de acción táctica es que las balas tengan un comportamiento real, pero aquí, además, las ondas expansivas de las granadas reaccionan de forma diferente dependiendo de la superficie contra la que impacten. E incluso el humo de las explosiones se mueve en la misma dirección que el viento.
Los vídeos mostrados a la prensa antes del lanzamiento, hicieron que se cuestionara si el manejo del juego, en su versión Xbox, estaría a la altura de las circunstancias. Afortunadamente, Pandemic ha cumplido con creces. Full Spectrum Warrior también saca nota en lo tocante a la jugabilidad. Y, para entrenar al usuario, han creado un tutorial extenso (unos 40 minutos) en el que se explica el sistema de control paso a paso.
Pandemic ha equilibrado a la perfección profundidad de juego y sencillez en su manejo. Controlar a las escuadras es tan sencillo como usar los mandos analógicos para indicar el destino o mover la cámara, los gatillos para hacer zoom o los botones para alternar entre los grupos de soldados y dar todo tipo de órdenes.
Full Spectrum Warrior también contempla opción de juego en Xbox Live, de manera que el jugador puede unir fuerzas con un compañero y completar las misiones en modo cooperativo.
Obviando sus connotaciones políticas de un juego de este tipo, Full Spectrum Warrior se revela como un producto sobresaliente, cercano a la obra maestra. La prueba viviente de que la acción táctica sigue siendo un género que todavía tiene mucho que decir.
Desarrolla Pandemic Studios. Disponible para Xbox (59,95 euros). Versión para PC prevista para Septiembre de este mismo año.
Por Xan Pita

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