La nueva versión de ‘Linux’ estará lista antes de que acabe el año
La versión 2.6 del núcleo del sistema operativo de código abierto ‘Linux’ estará lista antes de final de año y será mucho más estable que sus predecesoras, según ha explicado el programador encargado de su desarrollo, Andrew Morton.
La actual versión de prueba número diez de 2.6.0 debería ser la última, y la definitiva 2.6 estará lista antes de final de año salvo un imprevisto mayor, dijo esta semana Morton en unas declaraciones recogidas por la publicación digital especializada en tecnología CNET News.com
Morton es una de los hombres de confianza del fundador de ‘Linux’, Linus Torvalds, quien sigue encabezando el proyecto de programación de ‘Linux’. Morton es el responsable del propio corazón de la versión 2.6 del programa del ‘pingüino’.
Cambios sustanciales
Al parecer, la nueva versión de ‘Linux’ introduce notables cambios con respecto a la versión 2.4 que comercializan compañías como Red Hat y SuSE Linux, recientemente comprada por Novell.
Así, entre sus principales mejorías destacan la capacidad para aprovechar los potentes servidores con múltiples procesadores, un mercado en el que ‘Unix’ es muy popular hoy en día y en el que Microsoft también intenta ganar mercado.
‘El ‘kernel’ (corazón) de la (versión) 2.4 realmente empieza a quedarse sin potencia con cuatro u ocho CPUs’, aseguró Morton. ‘Con la 2.6, estaría sorprendido si hubiera algo que lo impidiera escalar hasta 32’, añadió.
Personalizaciones
Debido a que la nueva versión de ‘Linux’ incluye muchas de las personalizaciones que sus vendedores utilizan, la difusión de este nuevo ‘kernel’ reducirá las diferencia entre aquellos productos y la versión estándar de Kernel.org, algo considerado muy positivo puesto que los programadores del ‘pingüino’ están trabajando para impedir que ‘Linux’ evolucione hacia versiones incompatibles, como ha sucedido con ‘Unix’. ‘Lo vería como un fracaso personal si no lo están’ (más cerca), afirmó Morton.
La nueva versión incluye mejor soporte para dispositivos informáticos incorporados, como teléfonos móviles, ‘routers’ o grabadores de vídeo; responde más rápidamente a acciones como pulsar el ratón o el teclado; ha revisado los controladores de dispositivos; y está preparado para funcionar mejor con grandes sistemas multiprocesador.