El negocio de la vuelta al campo

maxi.jpeg[El Progreso, por Cristina Arias] «Si le digo a mis abuelos hace unos años que me van a dar un premio por plantar lechugas y tomates se ríen de mí y me mandan a estudiar», bromea Maximino Fraga, el responsable de Horticultura do Eume (671.63.24.74), una empresa de venta de productos de la huerta a domicilio que acaba de ser galardonada con el premio a Mejor Iniciativa Empresarial en el concurso de emprendedores del Concello de As Pontes.
«Entré a ciegas. Cuando empecé no tenía ni idea de cómo se plantaba una lechuga ni diferenciaba la planta del tomate de la del pimiento», comenta. Ahora, casi dos años después de invertir 30.000 euros en la puesta en marcha de un invernadero de 1.500 metros cuadrados en el terreno de su casa en Saa, este pontés es un experto en el mundo de la horticultura y un ejemplo que demuestra que aunque la zona rural cada vez esté más despoblada «se puede vivir del campo».
«Hoy los precios están muy bajos y aunque está demostrado que una familia de tres miembros debería subsistir con un invernadero de 2.000 metros cuadrados, las cuentas aún no dan», comenta este fontanero recién reconvertido en agricultor que, pese a eso, asegura que la empresa está «encaminada y funcionando».
«Antes estaba todo el día fuera de casa. Quería aprovechar el terreno que tenía y buscaba poder estar con la familia», dice. Y se tiró a la piscina, o más bien al campo, para bucear entre tomates, pimientos, acelgas, lechugas -lo más demandado-, espinacas, calabacines, coles de bruselas, cebollas y todo tipo de productos frescos y verdes.


«El premio me cogió por sorpresa. Había otra gente en el concurso que invirtiió más y que tenía ideas bastante innovadoras», dice, mientras destaca que también dispone de una huerta exterior de 1.100 metros cuadrados, que quiere ampliar para cultivar patata ‘violette’, destinada a la restauración. A mayores, planea levantar otro invernadero para dedicarlo solo a semillas.
«Al principio tuve muchos problemas, enfermedades, dificultades… Y me ayudó mucho Severiano Comercial, que puso a mi disposición un perito agrónomo», recuerda. Ahora, como experto hombre del campo, ya piensa en la lucha biológica contra las plagas, en las plantas repelentes de insectos y en introducir variedades que no se dan en Galicia como el tomate raf o el negro de Crimea.
Venta. Horticultura do Eurme es una empresa pensada para la venta directa en hogares, que realiza su responsable en su propia furgoneta. «Se abaratan los costes, no hay intermediarios y el producto se mantiene fresco», destaca, mientras subraya que, aunque por el momento trabaja solo, «con la ayuda incondicional de la familia», con el tiempo se plantea contratar a alguien. La vida en el invernadero, como lo fue siempre en el campo, «es muy esclava».
Para las ventas reconoce que lo que más funciona es «el boca a boca». «Me llaman para encargar los pedidos (671.63.24.74), lo recojo y los entrego», pero «también los pueden recoger ellos» en una compra directa en la huerta.
«Hago encargos de muchos kilos y otros muy pequeños, para una ensalada solo. De lo que se trata es de servir a la gente lo que necesita», asegura. Entre sus clientes cuenta con unas 30 familias de As Pontes y As Somozas, fruterías, restaurantes, hamburgueserías… y el excedente se lo recoge un mayorista. De momento muucha gente no sabe que existimos. Entré a ciegas y aún estoy intentando descubrir mercados». Por ahora, ya tiene un premio.
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