[La Opinión de A Coruña] Los presupuestos de la Xunta para el año 2010 no incluyen ninguna partida para mantener los Equipos Comarcais de Igualdade del Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar, de los que una oficina se encuentra en As Pontes. Por esta razón, en el pleno celebrado ayer en la localidad pontesa se aprobó una moción, presentada por el Bloque Nacionalista Galego (BNG), para instar al Gobierno gallego a que conserve este servicio, además de solicitar el establecimiento de un convenio entre la Administración autónoma y la Federación Galega de Municipios y Provincias (Fegamp).
El concejal de Servicios Sociales, José Alén, explica que el Concello rechaza la extinción de estas oficinas ya que, en primer lugar, supone la eliminación de 113 puestos de trabajo en Galicia “cuestión que es inadmisible en tiempos de crisis”, apunta.
Otro de los argumentos que ofrece Alén para el mantenimiento de estos equipos es el “importante papel” que llevan a cabo. En el caso concreto de As Pontes señala que ayuda a descongestionar los Servicios Sociales municipales. “Como Concello realizamos un buen trabajo en cuanto a los Servicios Sociales pero el Equipo Comarcal de Igualdad nos refuerza y mejora”, recalca el concejal de As Pontes.
La oficina de As Pontes, situada en la avenida de Castelao, emplea a ocho personas que desarrollan su labor en base a cuatro aspectos: infancia, familia, igualdad e inclusión social.
La plantilla crítica la supresión del servicio y recuerda que desde el primer momento el Equipo Comarcal de Igualdade de As Pontes trabajó con “compromiso social de atender a las necesidades de la ciudadanía”.
Anuncian que, como equipo, han tomado la decisión de responder a la Consellería de Traballo e Benestar, a la Secretaría Xeral de Igualdade y el Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar ciñiéndose a su horario laboral (de 09.00 a 17.00 horas) hasta final de año, lo que conllevará la suspensión de “toda actividad prevista fuera de esa franja horaria”.
El Equipo Comarcal de Igualdade de As Pontes hace hincapié en la labor realizada desde su implantación, en la que atendió demandas fuera de su horario laboral; se desplazó a todos los municipios “incluso a aquellos fuera de su ámbito de intervención”; se refiere también al hecho de utilizar sus propios vehículos para hacer “cientos de quilómetros” y, denuncian, incluso aguantó “insultos por parte de altos cargos de la administración” que dañaron su dignidad.