Del tabú del luto a la conquista del mercado laboral

[Xornal.com, por Nuria Arias] Tradicionalmente las viudas gallegas han tenido las pensiones más bajas del Estado porque también las cotizaciones y los salarios lo eran. En los últimos cinco años su poder adquisitivo se ha incrementado en un 40% y sus retribuciones han subido más que las del resto de jubilados. Sin embago, muchas de ellas siguen percibiendo unos ingresos que las sitúan bajo el umbral de la pobreza, estipulado en unos 500 euros, y ninguna alcanza el salario mínimo interprofesional (624 euros) con esta prestación.


En Galicia, más de 160.000 mujeres se encuentran en esta situación y sus problemáticas son de lo más variado. Intercambiarán puntos de vista hoy durante el XXXVI Congreso Regional de Asociaciones de Viudas, que congregará a más de 400 personas y 14 colectivos en As Pontes. Van a hablar, entre otras cosas, sobre sus perspectivas laborales.
Para Manuela Tembrás Meizoso, presidenta da Asociación de As Pontes, “existen muchas viudas jóvenes sin pensión, ni trabajo, que tampoco tienen la formación suficiente para acceder al mercado laboral, algunas incluso con hijos”. Actualmente, la conciliación de la vida laboral y familiar es uno de los problemas que preocupan a este colectivo, como al resto de las mujeres.
“Las pensiones no son grandes y si la madre no tiene alguien que le ayude con los hijos, no puede ir a trabajar o tiene que tener un buen sueldo alto para que se encarguen de ellos; estas mujeres trabajan el triple que el resto”, señala Aurora Carro Páramo, portavoz en Galicia de la Confederación de Federaciones y Asociaciones de Viudas Hispania.
Para esta veterana de la reivindicación, las cosas han cambiado mucho desde que ella perdió a su marido hace 33 años. “Hemos conseguido mucho a base de llamar la atención en el Congreso sobre nuestros problemas”, señala. “Logramos que se le concediese la pensión de viudedad a los hombres porque nos parecía una discriminación y, a nivel social, rompimos con con lo establecido: antes la viuda prácticamente no salía, iba de casa a la iglesia y de la iglesia a casa y creo que también lo de suprimir el luto salió de las asociaciones”, afirma.
Los huérfanos, un tema pendiente
Una de las demandas más importantes para estas mujeres es que todos los niños que pierden a sus padres tengan una pensión. Hasta el año 2008, se fijaba un mínimo de cotización de los progenitores de 500 días, hoy ya no existe, pero los criterios para acceder a la retribución a veces exigen ser “casi pobre de solemnidad”, afirma Carro.
Mejorar la situación de los huérfanos, lograr que su pensiónalcance el 72% del sueldo del marido, el paro para las autónomas o tener representación en los Pactos de Toledo son algunas tareas pendientes para estas luchadoras.

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