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As Pontes

El fiscal pide prisión para un conductor ebrio que chocó con una patrulla de la Guardia Civil

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[La Voz de Galicia] El fiscal pidió ayer cinco meses de prisión y retirada del carné por dos años a un conductor ebrio, según la acusación, que colisionó contra un vehículo patrulla de la Guardia Civil, en enero del 2006, en la zona de As Pontes. El agente que conducía el automóvil oficial resultó lesionado y permanece de baja todavía desde entonces.


El accidente ocurrió sobre las tres y media de la madrugada del 22 de enero del 2006 en la carretera Vilalba-Igrexafeita a la altura de As Pontes. A la salida de una curva, J.C.F.C, que manejaba un Seat Córdoba en el que iban como ocupantes otras personas, invadió el carril contrario por el que circulaba la patrulla en un Nissan Terrano, conducido por el agente Pedro García Canelo.
Del Seat Córdoba todos salieron ilesos pero del patrullero el conductor sufrió una contusión lumbar que agravó una dolencia anterior.
Su compañero de patrulla declaró que en principio pensó que no le había ocurrido nada pero cuando salieron del coche y comenzaron a colocar los pivotes de seguridad y señalización para evitar que otros automovilistas colisionasen con ellos, Pedro García se desplomó. Trasladado a un centro hospitalario, le colocaron un collarín y permaneció de baja 150 días y le quedan como secuelas una agravación de un artrosis previa a nivel cervical y de otra artrosis previa a nivel lumbar, heridas por las cuales reclama y se personó como acusación particular.
La agrupación
Como quiera que la patrulla no era de Tráfico, el agente que salió ileso llamó a sus compañeros especialistas que se trasladaron desde el cuartel de Ferrol, por lo que tardaron bastante tiempo en llegar al punto de la colisión. Uno de los guardias de la Agrupación de Tráfico que intervino ratificó en la prueba del alcohol, en la que el conductor encausado arrojó un resultado de 0,71 miligramos por litro de aire espirado, pruieba que se realizó cerca de las cinco de la madrugada.
El fiscal solicitó, por la legislación previa a la reforma del Código Penal, también indemnizaciones para el guardia lesionado de más de doce mil euros por los días de curación e incapacidad y las secuelas. El seguro correrá a cargo de estas cantidades porque cubre esta cuantía. El fiscal imputa un delito de lesiones por imprudencia grave, al considerar que iba ebrio.
La defensa basó su alegato en que el alcohol no afectaba a su cliente, cuestión importante de acuerdo con el viejo Código Penal, que establecía que era necesaria la afectación etílica para la comisión del delito.
Insistió en que aquella noche había mucha niebla en la zona y que el accidente se había producido por un despiste. Los agentes de Tráfico dijeron que habían notado en el acusado un caminar vacilante y otros síntomas propios de la borrachera. En caso de ser condenado, el conductor no irá a prisión por carecer de antecedentes.

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