El juez impone dos años de cárcel a un pontés por agredir a un cliente de un pub con una botella
[La Voz de Galicia] Un pontés ha sido condenado a dos años de cárcel por un juzgado de lo Penal de Ferrol. Según la sentencia, los hechos ocurrieron sobre las siete de la mañana del 15 de abril del 2006 en el pub Trazos, situado en el centro de la villa.
El acusado E.L.V. se dirigió a otro cliente del establecimiento, que había tenido unas palabras con un amigo suyo y, dice la sentencia, «sin más», le propinó un puñetazo en el ojo derecho y luego lo golpeó con una botella de cristal que había cogido en la barra. Los dos acabaron agarrados y peleándose en el suelo.
Como consecuencia de la agresión, el que recibió el botellazo sufrió un hematoma en el ojo derecho, herida inciso contusa en el párpado inferior derecho y hemorragia subconjuntival. La herida del párpado preciso seus puntos de sutura.
Al caer al suelo, el mismo lesionado sufrió la fractura del cuello del quinto metacarpiano de la mano derecha, que precisó una inmovilización. El tiempo de curación de las heridas fue de 45 días, de los cuales 35 fueron impeditivos para el desempeño de sus ocupaciones habituales. Le queda como secuela una cicatriz de 2,8 centímetros en el párpado.
Indemnizaciones
La condena es por un delito de lesiones y el fallo fija también una indemnización de 3.200 euros.
El tribunal no aceptó la versión de dos amigos del acusado que sostuvieron que estaba bebido. Dice la sentencia que sus versiones «no resultan creíbles» porque ninguna prueba aportada en el juicio lo acredita. «Es probable -dice luego- por el lugar en que se encontraban y la hora en que ocurrieron los hechos, que todos hubiesen tomado bebidas alcohólicas, pero se desconoce el alcance de la influencia de tales bebidas en las facultase psicofísicas del acusado y de ahí que no pueda estimarse tal circunstancia de atenuación».
Instrumento peligroso
La resolución judicial establece también que se trata de un delito de lesiones con el uso de instrumento peligroso, por la utilización de la botella.
Porque los hechos encuadran en lo que dice el Código Penal en vigor en este aspecto porque el uso de la botella supuso «se aumentó el peligro de una lesión grave».
«Al utilizarse una botella de cristal y además dirigiese el golpe a una parte del cuerpo, cual es la cara, donde los daños pueden ser especialmente graves, máxima teniendo en cuenta que en este caso tuvo que golpear con especial intensidad al producirse la rotura de la botella», asegura también el fallo.