El reparto de frecuencias que prepara el Gobierno condicionará la internet móvil de los próximos 20 años

El Gobierno tiene listo el Real Decreto que aumentará un 70% la cantidad de frecuencias utilizadas por los operadores para prestar servicios de telefonía e Internet móvil. Será a partir de marzo, una vez aprobado, cuando las operadoras actuales podrán elegir cualquier tecnología (UMTS/HSPA o LTE) independientemente de la banda de frecuencias empleada. A cambio, Movistar, Vodafone y Orange tendrán que hacer sitio para nuevos operadores.


Actualmente, las condiciones de la concesión dictaminan la tecnología que puede emplearse en cada banda. Así, en 900 y 1800 MHz. sólo puede emplearse GSM y en 2,1 GHz UMTS (3G). Esto impide a las operadoras sacar el máximo partido a cada banda, ya que GSM es claramente ineficiente para Internet móvil y ocupa una de las frecuencias más interesantes a nivel de propagación.
Movistar, Vodafone y Orange pagarán la libertad de elegir tecnología cediendo un pequeña fracción de su espectro actual, que el gobierno podrá asignar a otros operadores. Otro compromiso que tendrán que asumir es invertir en poblaciones de menos de 1000 habitantes, como ya está haciendo Vodafone.
La llegada del UMTS a la banda 900 va a suponer un cambio espectacular para los usuarios de Internet móvil, sobre todo en el ámbito rural, mejorando considerablemente la cobertura sin necesidad de instalar nuevas antenas. Pero a la vez, será un mazazo para Yoigo y los nuevos operadores, que tendrán una clara desventaja si no obtienen frecuencias en esta banda desde el primer momento.
Una fracción de la banda de 2,6 GHz se asignará a nivel de comunidad autónoma, en Galicia, Asturias, País Vasco, Extremadura y otra para el resto de España. Previsiblemente serán las operadoras de cable R, Telecable, Euskaltel y Ono las concesionarias, para llevar a cabo su plan de constituir un operador móvil de forma conjunta. En cualquier caso, la banda 2,6 Ghz es poco atractiva para competir en condiciones con el resto de operadores nacionales.
El principal problema de las nuevas bandas, de 800 y 2600, es que no existen dispositivos que las soporten. Estos tardarán en llegar al mercado y probablemente lo hagan a un precio mayor que sus equivalentes en otras bandas más comunes.
Fuente Bandaancha

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