La Xunta aprueba tras 15 años las normas que acotarán el urbanismo municipal

Las Directrices de Ordenación do Territorio regirán el crecimiento urbano de Galicia de los próximos años.
[La Opinión de A Coruña] La Xunta aprobó ayer de forma provisional sus primeras Directrices de Ordenación do Territorio (DOT), un documento que constituye la guía para el desarrollo urbanístico de la comunidad durante las próximas décadas, fijando reglas a las que se tendrán que someter los ayuntamientos a la hora de diseñar su crecimiento con el objetivo de frenar la dispersión.


El documento fue aprobado ayer por el Consello de la Xunta y presentado por el presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández. El primero indicó que las DOT “pretenden construir una Galicia ciudad única que trabaje en red”, y reconoció los defectos hasta ahora en la política urbanística autonómica, pues la actual ordenación ha generado una comunidad “difusa”. “Ahora buscamos solventarlo”, subrayó.
Insistió también en que las directrices constituyen uno de los proyectos “más importantes” de la legislatura y de las “próximas décadas”. “Es una idea clara de cómo queremos que esté configurado nuestro territorio, de cómo queremos vivir y ordenar los espacios”, anunció, y añadió que las infraestructuras viales, tecnológicas y de saneamiento completarán el plan.
Feijóo y Hernández destacaron el éxito de la aprobación inicial del texto, aunque no pudieron concretar cuándo se producirá la definitiva y la norma entrará en vigor. El conselleiro explicó que el documento será enviado al Parlamento, “donde puede recibir aportaciones”. Tras ser debatido en comisión, será aprobado definitivamente por la Xunta vía decreto.
El responsable de Medio Ambiente defendió el beneficio que aportará a los ayuntamientos en la agilización de la redacción de sus planes urbanísticos. “A partir de hoy, los entes locales no deberán esperar a los abundantes y diferentes informes del resto de administraciones para establecer las reglas de su crecimiento. Tendrán la seguridad de que siguiendo estas directrices y sus determinaciones estarán en el buen camino en la planificación de su territorio, garantizando el éxito de su ordenación”, sostuvo.
La norma establece las reglas para la implantación de usos y actividades en el territorio, por lo que servirá de guía para los ayuntamientos, con los que las DOT “explicitan la colaboración” y “respetan sus competencias, según Hernández.
. Ejes urbanos. Las DOT señalan dos regiones urbanas. A Coruña-Ferrol y Vigo-Pontevedra, a las que se unen otras siete áreas urbanas que se corresponden con estas ciudades más Santiago, Lugo y Ourense. En ellas, indicó Hernández, se concentra el 62% de la población gallega. A ellos se unen los sistemas urbanos intermedios, con entre 7.000 y 40.000 habitantes. Noia, Ribeira, Carballo, Cee-Corcubión y As Pontes serán los polos de desarrollo de sus áreas de influencia en A Coruña. También se contemplan otras 14 poblaciones en el resto de provincias gallegas.
. Nuevas viviendas. Aunque los ayuntamientos mantienen sus competencias para diseñar sus planes de desarrollo, las DOT incluyen determinaciones de obligado cumplimiento para controlar su crecimiento. Cualquier municipio que planee la construcción de un mayor número de viviendas en su territorio deberá justificar esa necesidad con el ritmo de evolución de su censo. Si este no refleja incremento futuro, la Xunta podrá bloquear los nuevos parques. La norma tiene como objetivo los pequeños y medianos ayuntamientos cuyo parque de viviendas aumentó durante el boom del ladrillo. Mientras tanto, en el último lustro sólo 37 ayuntamientos aumentaron de población.
. Entornos compactos. Para compactar más los núcleos urbanos, las DOT obligan a los concellos a “rellenar” las parcelas sin promociones cerca de estos frente a desarrollos ex novo. En el caso de los polígonos, deberán tener garantizados los accesos y los suministros básicos.
. Industria. La Xunta propone ir liberando las zonas urbanas, especialmente las costeras, de la presencia de complejos industriales. Como ejemplo, señala la necesidad de traslado de la planta de celulosa que la empresa Ence tiene en Pontevedra.

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