Una nueva vida para As Pontes

[La Opinión de A Coruña] Cree que no se puede negar el impacto generado por el pasado minero de As Pontes, que hay que entenderlo e incorporarlo al paisaje. La ganadora del Premio Nacional de Iberflora al mejor proyecto fin de carrera sobre regeneración del paisaje natural, María Paz Sangiao, asegura que la explotación de la mina de As Pontes desde 1976 hasta 2007 ha cambiado radicalmente el paisaje de la zona -con la presencia de las chimeneas humeantes- por lo que apuesta por respetar esa huella.


Propone la actuación en cuarenta hectáreas en la península sur del nuevo lago -un antiguo hueco minero de 900 metros cúbicos- ya que la vegetación original ha tenido que convivir con las cintas de transporte, con los canales para la evacuación y con las líneas de alta tensión. La ganadora del certamen propone que, a partir del lago, los visitantes puedan acercarse hacia las formas y las estructuras que han quedado ocultas y que desvelan el pasado de la mina.
La huella minera de As Pontes fue también el tema que otro alumno del Máster de Arquitectura del Paisaje de la Fundación Juana de Vega, Gabriel García Alarcón, utilizó para hacerse con un accésit al mejor proyecto fin de carrera. El jurado destacó el enfoque conceptual de su propuesta como alternativa para la gestión y la organización del territorio, que está basada en el análisis exhaustivo del lugar.
Es una propuesta dinámica para entender el paisaje como un proceso, como un testigo del pasado y una guía hacia el futuro. Este accésit premia también la huida del autor de las estructuras y normativas.

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