La mina echa el cierre

[Diario de Ferrol] De la mina de Endesa en As Pontes salen estos días las últimas toneladas de carbón. Toca a su fin una explotación que comenzó la Empresa Nacional Calvo Sotelo en 1942 y que continuó con nuevos bríos Endesa a partir de 1972. En esos 65 años de historia salieron de la mina cerca de 270 millones de toneladas de lignito para la producción de electricidad y se ahondó el hueco que, a partir del próximo 1 de enero, comenzará a transformarse en lago. La historia de la mina es también la de As Pontes y de muchos de sus vecinos, el motor que impulsó el desarrollo de la villa y la raíz sobre la que sigue creciendo la propia Endesa y otras muchas industrias.


Cualquier día de estos, entre hoy y las primeras semanas de enero, las gigantes rotopalas que excavan la mina de As Pontes se van a parar. Después de 65 años de trabajo con turnos de 24 horas, la explotación termina sin que tal hecho merezca ninguna otra señal que el silencio de las máquinas. El director de la mina, Francisco Aréchaga, comentaba hace un par de días que se extraerán todavía unas 30.000 toneladas de carbón, prácticamente nada si se tiene en cuenta que del yacimiento llegaron a salir 12 millones de toneladas al año en su época de más actividad y que, en el presente y último de su vida activa, se han extraído de ella 2,6 millones de toneladas.
Endesa se presentó en As Pontes en el año 1972 y se hizo con la mina que venía explotando antes la Empresa Nacional Calvo Sotelo (Encaso), con medios precarios a juzgar por las antiguas imágenes en blanco y negro que cuelgan del vestíbulo de las oficinas de la mina. La eléctrica entró con fuerza y presentó su proyecto para poner en marcha una central de 1.400 megavatios, con cuatro grupos de transformación. Hasta 1993 la explotación funcionó a todo gas: unos 2.500 trabajadores, siete grandes rotoexcavadoras y 12 millones de toneladas de carbón extraídas al año.
Tocó entonces producir de forma más ecológica: el carbón de As Pontes es lignito pardo, con un 2,7% de azufre, y el de importación sólo contiene un 0,1%. Así, la central comenzó a consumir una mezcla de ambos, para reducir las emisiones de SO2, durante unos años en los que sólo se extrajeron de la mina seis millones de toneladas al año, y tuvo que culminar ese proceso con la transformación de sus grupos. Tres de los cuatro de que dispone Endesa en As Pontes ya funcionan exclusivamente con carbón de importación y el último comenzará su transformación este enero.
En la historia de la mina de Endesa se puede leer parte de la evolución de la industria en nuestro país. Además de la maquinaria, cambió la forma de trabajar: en la evolución de los datos de accidentes se observa que en 1999 se registraron 115 accidentes, 80 de ellos con baja aparejada, mientras que en 2006 hubo tres, uno con baja. Este año sólo se produjeron dos en compañías auxiliares y ninguno en la compañía principal.
Desmantelamiento > Echar el cierre a la mina llevará su tiempo. Francisco Aréchaga calcula que se emplearán unos cuatro meses en ir desmantelando la instalación, de forma paralela al comienzo del llenado del lago. Como es sabido, el inmenso hueco que deja la explotación, de 12 kilómetros cuadrados de superficie, se cubrirá con agua para formar un lago. El proceso culminará en el año 2012 y en esa fecha sólo habrá ya siete u ocho personas trabajando en lo que ya difícilmente podrá seguir llamándose “la mina”.
La explotación del yacimiento llevó consigo la creación de una gran escombrera, en la que se iban apilando las arcillas no aprovechables para la producción eléctrica. La de As Pontes tiene 720 millones de metros cúbicos de tierra y es el mayor acopio artificial que existe en España y uno de los mayores de Europa. También esta otra parte del complejo minero de Endesa, de otros 12 kilómetros cuadrados de extensión, se ha transformado. Hoy en día es una inmensa zona verde que se cuenta entre las de mayor diversidad de fauna de Galicia.

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