Alberto Morer sobre el artículo publicado en “A Nova Unión”

Contestando por alusiones al escrito de Aquilino de la última “A Nova Unión”, lo primero que constato es que no ha entendido nada, o al menos nada importante, de lo que intentaba decir en mi no-conferencia.

Deduzco por tanto que lo mismo les habrá ocurrido a muchos de los que la hayan leído. No puedo culparles en absoluto pues, entre mi limitada capacidad de expresión y el alud de desinformación y confusión emitido por los medios de este país en los últimos tiempos, no es fácil hacerse una idea clara de donde estamos. Lo intentaré una vez más procurando ser más claro y conciso.

NACIONALISMOS.- Considero que es nacionalista aquel que hace suya la historia de su país, las raíces de su nación y la idiosincrasia o forma de ser de su gente, haciéndolas parte integral de su persona, todo ello envuelto en símbolos y banderas. Sentirse orgulloso del galleguiño como tú te sientes, Aquilino, es una forma de nacionalismo exactamente igual que sentirse orgulloso de épicas victorias o míticos personajes que, a saber cuan épicas eran en realidad las victorias y cuan dignos de pleitesía podían ser los pollos. Yo personalmente no me siento orgulloso de nada en lo que no haya participado de alguna manera. Me gusta que gane la selección española cuando juega, pero no me siento en absoluto orgulloso si gana un mundial. Me sentiría orgulloso si lo ganara yo o participara de alguna forma.

Así pues, no puedo ser nacionalista. Si tengo que definirme de alguna forma, diría que soy galleguista, catalanista y español. No españolista, porque hay algunas cosas de este país que no me gustan en absoluto. Yo me considero español por el simple hecho de que cuando navegaba y llegaba a la península después de meses de ausencia, me sentía en casa aunque recalara en Alicante, Bilbao o Algeciras. No necesito más argumentos ni historias, sean ciertas o inventadas. Si no soy españolista, no es por la gente o las culturas que la integran, que me parecen tan dignas de respeto como cualquier otra, sino por las nefastas elites que dominan el poder desde tiempo inmemorial y que han llevado al país de desastre en desastre, sosteniendo por su propio interés a unas dinastías extranjeras e inmorales que, más que gobernar, han desgobernado y maltratado a sus súbditos, basándose en una legitimidad absolutamente irracional, y en contubernio con una Iglesia Católica tétrica y maquiavélica. Que en pleno siglo XXI sigamos soportando las mismas rémoras, es para dimitir como súbditos e independizarse de una vez de tanto parásito.

Dudo mucho que exista en el mundo alguna nación que tenga más motivos de orgullo que de vergüenza. Después de todo están formadas por humanos y, conociendo el percal, no podemos esperar maravillas.

Creí que había dejado bastante claro que las reivindicaciones de Cataluña no tenían nada que ver con la historia ni con los nacionalismos, sino con una manifiesta discriminación desde la transición hasta la fecha. El único partido que se autodenomina nacionalista es el PDCAT, que fue el último en sumarse al carro por las razones que ellos sabrán. Nadie podrá decir que los catalanes no se esforzaron al máximo para permanecer en España sin perder la dignidad. Les quedó muy claro que era misión imposible después de la humillación sufrida con el estatut. Hay que recordar que además de estar refrendado por el pueblo, venía avalado por los mismos que hoy celebran la aplicación del 155, el PSC.

Cansados de darse de cabeza contra el muro, empezaron a pensar en la única salida que les dejaban y empezaron a organizarse social y cívicamente, al margen de los partidos. Así nacieron ANC y Ómnium Cultural. ERC, partido republicano y catalanista (no nacionalista), vio una oportunidad para deshacerse de una monarquía que siempre le produjo alergia y, tal vez ingenuamente, pensó que sería un primer paso para alcanzar una república ibérica confederada, que tradicionalmente ha sido el sueño de todo auténtico republicano. Que a ellos se unieran las CUP, partido anticapitalista, no parece descabellado.

Conozco el funcionamiento de estas asociaciones civiles pues conozco gente que pertenece a ellas desde el principio. Y desde el principio, no tuvieron más que dos consignas a las que atenerse y que recordaban una y otra vez: 1ª NADA DE VIOLENCIA. 2ª Nuestro adversario es el Estado español, no el pueblo. Honestamente, hay que reconocer que las han cumplido, al margen del típico descerebrado que siempre habrá en una sociedad de más de dos millones de personas.

El gobierno de Cataluña se presentó a las elecciones prometiendo un referéndum que aclarara el panorama para una posible independencia y eso es lo que ha hecho contra viento y marea. Ante las dificultades que se le pusieron, al final no tuvo más remedio que forzar un poco su mayoría en el Congreso, y desobedecer al T.C., cosas que ha hecho el PP en numerosas ocasiones sin que pasara absolutamente nada. Todo para poder celebrar un referéndum sin efectos jurídicos por haber sido declarado ilegal.

¿Hay alguien que pueda sostener sin sonrojarse que la respuesta ha sido proporcionada?

Veo, Aquilino, que te has tragado toda la inmundicia que van soltando los medios obedeciendo dócilmente las consignas de sus amos. No te culpo por ello, es fácil tragarse las cosas que uno está dispuesto a creerse de antemano. A todos nos pasa. Pero esperaba por tu parte un poco más de rigor crítico. No hay adoctrinamiento y TV3 es la televisión más plural que conozco. De hecho le han dado muchos premios por ese motivo. Extranjeros, claro. Si quieres, podemos sentarnos un día y hacer un repaso en Youtube, donde encontrarás videos donde aparecen en las televisiones generalistas los mismos actores que, un día son sufridos alumnos adoctrinados por la fuerza, al otro pacíficos ciudadanos agredidos por las hordas separatistas y al siguiente probos licenciados a los que no se les da trabajo por no hablar catalán. También hay burdas imitaciones de sangre tomaquera que dicen los fundamentalistas que prueban la manipulación independentista cuando son ellos mismos quienes las cuelgan en youtube. Yo personalmente vi en directo y en la sexta como zurraban a gente mayor con violencia y saña injustificada. Negar la evidencia puede llevarte al ridículo que hizo el ministro Dastis en Inglaterra, cuando los periodistas de la BBC le preguntaron si los estaba acusando de manipular sus própias imágenes. Está tan acostumbrado a mentir impunemente que no se percató de que ese día había en Barcelona muchas televisiones extranjeras. Por cierto, ¿Cuántos programas has visto de TV3 en tu vida?. Lo de España nos roba, es sin duda una frase desafortunada que a alguien se le ocurrió poner en una pancarta, pero lo he oído muchas más veces en boca de españoles fundamentalistas que en la de catalanes independentistas. Como hay tan poco que criticar, se repite siempre lo mismo.

Pero lo más grave de todo lo que ha ocurrido últimamente en este país, se lo debemos exclusivamente al PP con su estrategia de enmerdarlo todo para difuminar en lo posible su descomunal corrupción, tanto económica como política. Con tales fines, no le ha importado enfrentar a la gente del país que dice amar tanto, despertando los más bajos instintos de la gente de forma abyecta y miserable. Ojalá me equivoque, pero tengo la impresión de que esto traerá unas consecuencias que ni siquiera podemos imaginar. España, conducida por un insensato, ha entrado en una gruta tenebrosa y aún no sabemos que fiera nos vamos a encontrar dentro. Repito, ojalá me equivoque.

Algún día tendremos que aprender que la gente no es buena o mala por pertenecer a una o a otra comunidad; por haber nacido en un sitio o en otro. Si no somos capaces de comprender algo tan sencillo, nos merecemos la mierda de mundo en que estamos convirtiendo a este minúsculo planeta. Ojalá existiera un Dios que premiara a los buenos y castigara a los malos, pero está claro que nadie cree en ese Dios. La iglesia católica menos que nadie.

En fin, mi única ideología es la libertad, tanto para las personas como para los pueblos. No entiendo que se pueda obligar a alguien a ser lo que no quiere ser. Si a alguien ofende mi ideología, le pido disculpas pero no la voy a cambiar. Si luchar por la libertad no puede considerarse un hecho heroico, prefiero el carnaval a la sumisa esclavitud.

Un saludo afectuoso.
Alberto Morer

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