El nuevo Windows mira a las tabletas

Táctil, ubicuo y muy visual, así es Windows 8, la nueva versión del sistema operativo de Microsoft que llega al mercado con la vista puesta en las tabletas y con el propósito de recuperar el brillo de antaño.
Su precio varia de los 29,99 euros, para usuarios de XP, Vista o 7 hasta finales de enero de 2013; 14,99 euros para compradores de un PC con Windows 7, entre el 2 de junio de 2012 y 31 de enero de 2013; y 59,99 euros para los que compren la caja de Windows 8.


La computación en la nube, el “boom” de las aplicaciones y la movilidad -tendencias de éxito indiscutible- conforman el espíritu de la gran apuesta de Microsoft para el mercado de consumo, donde ha perdido fuelle en los últimos años.
Según María Garaña, presidente de Microsoft España, “hemos reinventado Windows para hacerlos mas social y que, por primera, tenga una misma experiencia en todos los dispositivos”, tabletas, ordenadores, móviles.
“El lanzamiento no es solo importante para Microsoft, esperamos que sea un dinamizador de todo el sector tecnológico en España”, ha añadido.
Muy orientado a las tabletas
Lo que más llama la atención de Windows 8 es su interfaz: multitáctil, colorida y compuesta de aplicaciones, muy orientada a las tabletas.
Con una misma cuenta de correo electrónico, el consumidor puede acceder a su configuración, sus contactos y sus datos desde distintos dispositivos.
Windows 8 también recoge el fenómeno de la segunda pantalla: permite dividir el monitor en dos para realizar sendas actividades a la vez para, por ejemplo, escribir un documento y consultar el tiempo, tuitear y ver un vídeo.
Esta nueva versión de Windows requiere que el usuario se familiarice con su funcionamiento: menús deslizantes, nuevas formas de navegar y de cerrar los programas, por ejemplo.
Nuevos cimientos para una arquitectura clásica
Pero desde la compañía de Redmond (Washington) insisten en que éste es un Windows “reimaginado”, pero no reinventado. En efecto, más allá de su carcasa, los cimientos del nuevo sistema operativo beben de la arquitectura clásica de Windows y el usuario puede elegir que aparezcan cuando lo desee. Y el botón de inicio seguirá existiendo.
El sistema llevará integradas las aplicaciones de correo electrónico, mensajería, calendario, mapas, contactos, Xbox Music, vídeo, el navegador Internet Explorer 10, Smartglass -que permite la interacción entre distintas pantallas- y el servicio de almacenamiento en la nube Skydrive.
“Si tuviera que resumir Windows 8 en una sola frase diría que habilita a una nueva generación de dispositivos. Con Windows 8 viene una ola de innovación en hardware”, ha explicado a Efe el responsable del sistema operativo de Microsoft en España.
Los fabricantes se han puesto las pilas creando equipos y periféricos que den vida al sistema operativo. En ese contexto las tabletas y los dispositivos convertibles -a medio camino entre la tableta y el ordenador portátil- serán los productos estrella.
Llama la atención la apuesta de la compañía de Redmond (Washington) por entrar en la producción de dispositivos -con la tableta Surface- y por querer hincar el diente a los servicios -con Xbox Music y más adelante con el cine-, como ya hacen con éxito considerable Apple o Amazon.
Microsoft afronta un otoño movido. No sólo lanza Windows 8, también Windows Phone 8, el servicio de música en “streaming” Xbox Music, una nueva versión de Internet Explorer -la 10-, la tableta de fabricación propia Surface -con la que espera competir con el iPad- y la aplicación Smartglass, que permitirá acceder a los contenidos de Xbox Live desde teléfonos y tabletas y pasarlos de la pantalla de un dispositivo a un televisor.

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