La opinión de A Coruña. Adrián López, Piscu, recibió ayer el bautismo en la máxima categoría a sus 20 años entre la satisfacción personal y la decepción colectiva. El central de la cantera blanquiazul se estrenó en la Liga con nota, realizó un encuentro muy completo, no se escondió e hizo desaparecer el nerviosismo de su debut a base de juego.
El de As Pontes ya había participado con Caparrós en un encuentro de Copa frente al Mallorca el curso pasado, y la lesión de Lopo volvió a abrirle las puertas del primer equipo con Lotina. “Estoy muy contento, pero la alegría no puede ser total por el resultado”, afirmaba ayer el defensa, que pasaba a un segundo plano su estreno para lamentarse del gol recibido. “No nos podían haber hecho eso en el último minuto de la primera parte”, recordó.
Su compañero en el eje de la defensa, Fabricio Coloccini, destacó también su trabajo. “Lo hizo todo a la perfección”, resaltó. “Ya estuvo con nosotros en la pretemporada y me alegro de que jugase un partido de esta manera. Será un gran día para él a pesar de la derrota”, afirmó el argentino. “Él también me ha ayudado mucho, como el resto de compañeros”, respondió Piscu, fastidiado porque el equipo “tenía que haber sumado al menos un punto”.
El coruñés tenía enfrente a Tamudo y Luis García, pero el partido no se le quedó grande ni mucho menos. A los trece minutos obstaculizó el que pudo significar el primer gol de Tamudo, y poco menos de un cuarto de hora después demostró que también podía aportar cosas en ataque, realizado un gran cambio de juego con un pase en largo a De Guzmán, que se iba solo por la banda a pocos metros de la portería rival. Piscu se enseñó y luchó, ayudó sacando el balón y le agarró la camiseta al rival cuando hizo falta.
Con sus noventa minutos de ayer, el central se convierte en el octavo canterano en debutar en la Liga en las últimas diez temporadas, el quinto en cuanto a minutos jugados en Primera.
El último futbolista del filial en subir al primer equipo había sido Rubén Rivera, la pasada campaña con Caparrós. El utrerano también hizo debutar a Iago, Iván Carril y Senel hace dos temporadas. Xisco, ayer titular, se estrenó con Irureta en la 2004-05, al igual que el fabrilista Pita, mientras que Dani Mallo fue el primero en conseguirlo en el último decenio.
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