«Es un atentado directo de Zapatero a los intereses de Galicia», asegura el director xeral de Industria
«Las centrales expulsadas del sistema se determinarán en función de las tecnologías que empleen, reduciéndose en primer lugar la energía programada de las de carbón importado y fuel. A continuación se reducirá la programación de las de ciclo combinado». La conclusión, que deja claro el efecto negativo que la medida tendrá en las térmicas gallegas, se recoge en el segundo informe elaborado por la Comisión Nacional de la Competencia, ambos negativos, a petición del Gobierno para valorar el decreto.
Que perjudicará notablemente a Galicia es algo que también tiene muy claro la Xunta, como lo demuestra la contundencia con que ha reaccionado el director xeral de Industria y Energía, Ángel Bernardo Tahoces. «El real decreto supone un ataque directo de Zapatero a las centrales termoeléctricas de Galicia y que también va a afectar de forma importante a los ciclos combinados de As Pontes y Sabón». Por extensión asegura que se trata de «un atentado directo de Zapatero hacia los intereses de Galicia para favorecer claramente a los de la cuenca ullera leonesa. Todo viene a cuenta de una fiesta en Rodiezmo donde se comprometió al fomento del carbón nacional. Es terrible».
El apoyo al sector gallego también vino esta semana de la Mesa de Seguimiento del Plan de la Minería, representada por los sindicatos, los alcaldes y la Xunta, que han exigido medidas correctoras en el decreto tendentes a garantizar el mantenimiento del empleo directo de los operarios de las centrales y de la industria auxiliar, así como que se garantice «el nivel de actividad de las instalaciones».