IA, IoT, cloud y otras tecnologías marcarán el futuro de la movilidad
Un estudio apunta a estas herramientas digitales como la base de las nuevas soluciones en este sector, de cara a una oferta más individualizada, completa y accesible al medio ambiente.
La influencia de la transformación digital en el terreno de la movilidad vendrá marcada por el uso de una serie de herramientas destacadas, que harán que los servicios se adapten mejor al ciudadano y a su entorno. Esta es la principal conclusión del Informe de Tendencias del Sector Transportes, un documento realizado por Indra a través de un análisis del ecosistema actual en transporte y de entrevistas a actores relevantes.
Según este texto, las tecnologías digitales son el eje a partir del cual se articularán las nuevas soluciones de movilidad, algunas de las cuales están ya comenzando a popularizarse y otras que se desarrollarán en el futuro. Entre las herramientas que cita el informe están la inteligencia artificial, con el ‘machine learning’ con papel destacado, así como IoT y conectividad, que tienen en la movilidad una de sus grandes áreas de desarrollo. También tendrán especial protagonismo otros recursos tecnológicos, como las plataformas en la nube, el ‘big data’ o la realidad aumentada.
Todos estos habilitarán un escenario definido por tendencias como la conducción autónoma, alrededor de la cual hay un ecosistema ya creado. También se facilitará la ‘movilidad-como-servicio’, la intermodalidad y el mantenimiento predictivo, entre otros, que se esperan que tengan un papel clave en el futuro de la movilidad. El objetivo es definir una oferta lo más personalizada posible, en la que los usuarios no solo mantengan el control de la ruta, sino que además se minimicen las barreras y obstáculos para el tránsito. Gracias al uso de estas tecnologías, se podrá contar con información en tiempo real, optimizada y adaptada a sus preferencias y necesidades en cada momento.
Entre los beneficios que se espera que se deriven de este nuevo modelo está el ahorro económico, un mejor redimensionamiento de rutas, mayor seguridad al volante o un menor impactos medioambientales, entre otros aspectos. Estos efectos se destinan no solo a usuarios, sino también a otros agentes implicados en la movilidad, como la parte de la Administración y la de gestores y operadores.
Para estos últimos, el nuevo escenario digital les facilita una gestión más inteligente. El informe apunta a la creación de un sistema de gestión integrada de rutas, que reciba información también de viajeros y tráfico, en el que el ‘machine learning’ y el ‘big data’ permitan adaptar la circulación a la situación. Los gestores podrán avanzar hacia un modelo de ‘movilidad como servicio’, con soluciones de acceso a determinadas vías o tarificación modulable y pago en tiempo real según las condiciones de cada momento. Aquí tendrá también un papel relevante el coche conectado y autónomo, que se espera mejore, entre otros aspectos, la seguridad en la conducción.
El informe también reconoce una serie de retos a los que debe enfrentarse la parte de infraestructura y logística: la optimización de costes en el mantenimiento, la trazabilidad de las mercancías y la optimización del proceso de entrega final. La tecnología facilitará el desarrollo de plataformas de gestión integrada de mercancías con trazabilidad total, basada en herramientas como el ‘blockchain’ y los ‘smart contracts’ que la cadena de bloques posibilita. Estos se conectarán con datos de tráfico en tiempo real para lograr un reparto con menor impacto medioambiental, así como optimizar la carga en trenes y camiones.
Otro de los aspectos en los que se mejorará es en mantenimiento de las infraestructuras, que será cada vez más predictivo. Esto se conseguirá mediante un proceso integral, que parta del propio diseño de la infraestructura en Building Information Model o BIM, para emplear otras tecnologías como ‘big data’ e inteligencia artificial para establecer indicadores y patrones que ayuden a estimar cuándo realizar las tareas de mejora. En estas, se emplearán mecanismos como realidad aumentada en formación o vehículos no tripulados para la revisión.
Fuente IDG