Nuevos avances en el Proyecto Loon de Google apuntan hacia la Inteligencia Artificial

Hace cuatro años que Google inició este proyecto, desde su Área X, para poner en marcha una flota de globos que llevara Internet a los lugares más inaccesibles del mundo. Ahora podría estar más cerca de conseguirlo, gracias al uso de la Inteligencia Artificial.

Project Loon es un ambicioso proyecto puesto en marcha por Google desde su Área X (que anteriormente se llamó Google X). Su objetivo es llevar Internet a las zonas más remotas del planeta. Para ello se sirve de una red de globos, que flotan en la estratosfera a unos 20 kilómetros de altura, donde normalmente los vientos son estables aunque bastante lentos.

En este proyecto se utilizan algoritmos de software, que primero determinan hacia dónde deben dirigirse los globos y después logran que se muevan hacia una capa de viento que sople en la dirección deseada.

El Proyecto Loon comenzó con un programa piloto en Nueva Zelanda en junio del año 2013. En ese momento se lanzaron a la estratosfera 12 globos, que funcionaban con paneles solares y permitían distribuir la señal de Internet.

Posteriormente se iniciaron pruebas en Indonesia, llegando a acuerdos con empresas de telecomunicaciones locales. La idea era compartir el espectro celular, y conseguir que las personas pudieran conectarse a la red del globo desde sus teléfonos y otros dispositivos habilitados para LTE (tecnología de transmisión de datos de banda ancha inalámbrica).

Tras cuatro años de pruebas e investigaciones, Project Loon vuelve ahora a dar señales de vida y sus responsables anuncian nuevos avances. Ha sido durante un evento celebrado en las oficinas de Mountain View. Allí, Astro Teller, líder del departamento X, ha comunicado que el proyecto va a utilizar mucha de la tecnología creada por la compañía, basada inteligencia artificial.

A partir de ahora, los globos irán equipados con software de inteligencia artificial (basado en la rama Machine Learning). Gracias a ello se logrará que los globos sean más eficientes y será posible tener un mayor control sobre ellos (en cuanto a su altitud y navegación). Asimismo, si se produce algún fallo será más fácil poder sustituirlos, con un coste económico más bajo. Todo ello también significa que a partir de ahora se reducirá el número de globos necesarios para llevar conexión a esas zonas de difícil acceso que lo necesiten (pasando de los 400 globos de los que se habló en un principio a un máximo de 30).

Más información en Project Loon

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