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Redescubriendo el castillo de Moeche

[Diario de Ferrol] Cada día la Asociación Euroeume ofrece hasta cinco visitas guiadas por el fortín modestino; tres por la mañana y dos por la tarde. El horario de apertura al público, que varía en función de la época del año, es de 10.00 a 13.00 y de 17.00 a 19.00 horas. Pasear por las distintas estancias permiten hacer un viaje en el tiempo al tiempo para revivir episodios históricos de los que el fortín fue testigo directo, como la Revolta Irmandiña, que dejó la fortificación muy maltrecha, aunque después fue recuperada y mejorada por sus invasores como castigo de los nobles.


La visita al fortín dura unos 40 minutos. Durante el recorrido los responsables resumen, aunque con todo lujo de detalles, la historia del castillo, la Revolta Irmandiña y lo que supuso -durante este período se derribaron unas 140 fortificaciones en toda Galicia-, las dinastías a las que perteneció el fortín, y como al quedarse la Casa de Lemos sin descendientes varones sus posesiones fueron a parar a la Casa de Alba, actual propietaria. Detalles de la construcción como la variedad de sus arcos -ojibal y de medio punto-, las partes de la fortificación primitiva -la anterior al derribo por parte de los irmandiños-, las distintas estancias o las piedras de cantería empleadas en la época se detallan con detenimiento. No obstante, las explicaciones varían sustancialmente dependiendo del interlocutor, no en lo relativo a su contenido pero sí en lo que tiene que ver con la forma de narrarlas.
El castillo de Moeche contiene todos los elementos de la arquitectura medieval defensiva, con la salvedad de que se ubica en una zona accesible en medio de un valle. Algo que también llama la anteción del visitante.
No obstante, lo que más gusta al turista es la altura de elementos como la torre del homenaje; la vista desde el patio de armas, a donde van a dar todas las estancias; el detalle de los cimientos del primer castillo, que se encuentra en el patio de armas, y la escalera de caracol que comunica la estancia de los armeros con el adarve, aunque se encuentra cerrada al público por cuestiones de seguridad. El recorrido culmina tras la visita al museo, donde se hace un repaso a las dinastías a las que perteneció el fortín y a los trabajos arqueológicos realizados durante la excavación del foso y la obra de rehabilitación del fortín. Posteriormente en la sala de proyecciones los visitantes pueden ver un pequeño cortometraje sobre la Revolta Irmandiño, documentado por el asesor histórico Marcelino Abaín. Por otra parte, Euroeume ofrece al visitante información turística sobre otros puntos de la comarca donde se pueden visitar, entre otros, el castillo de Narahío, el Torreón y el castillo de Andrade y los monasterios de Caaveiro y Monfero. También informan sobre distintas rutas turísticas y venden productos de Agroalimentaria do Eume como conservas, productos lácteos, de apicultura, repostería o licores, entre otros. Durante los días de Semana Santa, el fortín recibió a 300 viajeros.

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