Robots tienden puentes entre la tecnología y la sociedad
Un conocimiento más profundo sobre el mecanismo de reconocimiento facial supondría un gran avance de cara a desarrollar la próxima generación de programas informáticos y robots, que podría traer consigo cambios muy profundos para el ser humano.
Precisamente a ello se dedica un equipo de investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres, el University College de Londres y la Universidad de Oxford (todas en el Reino Unido) que analiza a fondo si los robos y los ordenadores tienen las mismas capacidades. Su investigación es fruto del proyecto LIREC («Vivir con robots y compañeros interactivos»), que cuenta con un presupuesto de 8,2 millones de euros al amparo del tema «Tecnologías de la información y la comunicación» del Séptimo Programa Marco (7PM) de la UE. Los investigadores presentaron su trabajo con motivo de la Exposición Científica de Verano de la Royal Society, celebrada en Londres del 5 al 10 de julio.
Al relacionarnos con otras personas, el encéfalo procesa una serie de detalles leves y sutiles acerca de los rostros. En la exposición los visitantes tuvieron la ocasión de observar de qué manera el encéfalo humano interpreta los rostros, entre otras cuestiones de qué forma los movimientos se transfieren de la cara de una persona a otra y el aspecto de su rostro al cambiar de género. Además, los visitantes pudieron ver sistemas sofisticados de visión por ordenador capaces de reconocer expresiones faciales.
En vísperas de la exposición, el profesor Peter McOwan de la Escuela de Ingeniería Electrónica e Informática de la Universidad Queen Mary de Londres declaró: «Vamos a mostrar algunos de los últimos trabajos científicos realizados en el proyecto europeo LIREC, cuyo propósito es crear personajes virtuales y robots acompañantes dotados de conciencia social». «Los visitantes tendrán la oportunidad de comprobar si nuestro sistema de visión por ordenador es capaz de detectar su sonrisa, ver grabaciones recientes de nuestros robots en acción y conversar con nosotros acerca del trabajo que realizamos en este proyecto.»
La capacidad de distinguir los matices de los distintos movimientos de un rostro, interpretar acciones sociales básicas y diferenciar entre las acciones de distintos individuos hará posible que los informáticos analicen el movimiento facial y doten a personajes virtuales de movimientos realistas. De este modo, habrá más probabilidades de que el público los acepte como canal de comunicación.
En palabras del profesor McOwan: «Los robots van a constituir una parte de nuestra vida cada vez más visible, por ejemplo ayudantes robóticos en hospitales o, mucho más adelante, máquinas sofisticadas que nos ayuden en casa. Nuestra investigación tiene la finalidad de desarrollar programas informáticos basados en sistemas biológicos que permitan a robots relacionarse con humanos de la manera más natural posible, siendo capaces de comprender cosas que damos por hechas como el espacio personal y la reacción a emociones explícitas como la felicidad.»
En alusión a la investigación y a la labor correspondiente, el profesor Alan Johnston, del Departamento de Psicología y Ciencias del Lenguaje del University College de Londres, apuntó: «Una imagen de una cara no es más que una muestra inmóvil extraída de una secuencia de movimientos muy dinámica. La capacidad de transferencia del movimiento facial a otros rostros o personajes virtuales resultaría extremadamente útil para el estudio de la percepción dinámica del rostro humano, puesto que permitiría analizar el movimiento facial con independencia de la forma de la cara.»
Por su parte, Cecilia Heyes, otro de los investigadores, perteneciente al All Souls College de la Universidad de Oxford, señaló que esta clase de tecnología podría propiciar la creación de prósperas empresas tecnológicas. «La empleamos para dilucidar de qué modo la gente imita las expresiones faciales, algo muy importante para el entendimiento y la cooperación, y por qué la gente sabe interpretar mejor sus propios movimientos faciales que los de sus amigos, aunque contemplen las caras de estos con mucha más frecuencia que la propia.»
Para más información:
Universidad Queen Mary de Londres: http://www.qmul.ac.uk/
LIREC: http://lirec.eu/