SolarStratos, un avión solar capaz de ascender a la estratosfera
Diseñado por el ingeniero Calin Gologan, este avión, que tiene las alas cubiertas en su totalidad con paneles solares, puede volar a más de 25.000 metros de altitud.
SolarStratos es el primer aeroplano propulsado por energía solar, que puede ascender hasta la estratosfera y volar a más de 25.000 metros de altitud. El pasado mes de mayo realizó su primer vuelo en Payerne, Suiza, y planea ascender más allá de la troposfera en 2018.
El prototipo de avión, diseñado por el ingeniero Calin Gologan, fue conducido en este primer vuelo por el piloto de pruebas Damian Hischier, bajo la atenta mirada del también piloto e impulsor del programa Raphael Domjan, y consiguió volar a 300 metros de altitud durante 7 minutos. Tras las primeras pruebas el equipo de SolarStratos ha seguido trabajando para alcanzar nuevos y espectaculares retos.
La aeronave, cuyas alas tienen una envergadura de 24,8 metros y están recubiertas por 22 metros cuadrados de paneles solares, mide 8,5 metros de largo y pesa y 450 kilogramos, incluyendo al piloto. Incorpora una batería de litio de 20kWh y un motor de 32kW, y tiene una autonomía de vuelo de 24 horas.
Según sus creadores, después de haber hecho un primer viaje alrededor del mundo, con la aeronave alimentada con energía solar, y habiendo demostrado que es posible viajar de manera autónoma con energías renovables, parece necesario ir más allá y superar lo logrado con combustibles fósiles. Es por ello que ahora quieren cumplir el mítico vuelo de Ícaro y aproximarse al espacio.
De esta forma, gracias a SolarStratos será posible volar plácidamente y en total silencio en la zona media de la estratósfera, contemplando la curvatura del planeta y observando las estrellas durante el día, a una altitud a la que, habitualmente, solo se puede llegar a bordo de aviones con motores a reacción que consumen grandes cantidades de combustible o gigantescos globos llenos de gas helio.
Los vuelos a la estratosfera durarán aproximadamente cinco horas: 2 horas y media para llegar al espacio, 15 minutos para observar la luz y las estrellas y, después, 3 horas para regresar a la Tierra.
En palabras de Roland Loos, director ejecutivo de SolarXplorers, y después de conseguir el reto de dar la vuelta al mundo: “La aviación solar-eléctrica todavía está en su infancia, pero este primer paso ha sido crucial en el desarrollo del proyecto y para demostrar que los conceptos que parecían inconcebibles hace cinco años ahora son posibles gracias a la tecnología, por lo que el sol es el comienzo de una gran aventura”.