Steve Ballmer no pudo mantener el ritmo que exigía Microsoft
Steve Ballmer ha concedido a The Wall Street Journal una entrevista exclusiva de “despedida”, en la que comenta los motivos de su dimisión como CEO de Microsoft años antes de lo que había planeado. Parece ser que la retirada de Ballmer ha sido una decisión voluntaria, pero motivada por la presión de la cúpula directiva.
Ballmer llevaba un tiempo de acuerdo con el resto de directivos en la necesidad de rehacer Microsoft desde su núcleo. Para combatir con iOS y Android enfocarían los esfuerzos de la compañía hacia los dispositivos móviles y los servicios online.
Pese a sus esfuerzos, la cúpula no estaba satisfecha con la velocidad que Ballmer imprimía a la reforma. El pasado enero, en una reunión en la que el ex-CEO estaba explicando sus planes para placar a Google y Apple, John Thompson, el Director Principal de Microsoft le interrumpió: “Hey, tío, vamos ya con ello. Estamos en animación suspendida”.
En ese momento, Ballmer comenzó a darse cuenta de que se encontraría con reticencias a sus propuestas en todos los niveles de su compañía: “No importa lo rápido que yo quiera cambiar, siempre vacilará alguno de sus constituyentes empleados, directores, inversores, socios, proveedores, clientes, por mencionar algunos si te digo la verdad, incluso yo mismo”. Al mismo tiempo, reconoció que su estilo de mando podría estar ralentizando el cambio de la empresa: “Al final, necesitábamos romper el patrón. Y reconozcámoslo: Yo soy un patrón”.
Estas razones conformaron las dudas de Ballmer sobre su continuidad como CEO, hasta decidir en mayo de este año abandonar la compañía en la que ha estado trabajando desde hace 33 años. Thompson reconoce que la cúpula “no estaba presionando a Steve para apearse, pero estábamos presionándole muy fuerte para que fuese más rápido”.
Ballmer espera que el nuevo CEO sea capaz de renovar a Microsoft a la velocidad que exige la cúpula directiva: “Quizá yo sea un emblema de una era pasada, y tengo que superarlo
Por mucho que me guste todo lo que hago, la mejor manera de que Microsoft entre en una nueva era es que un nuevo líder acelere el cambio”.