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As Pontes

El suministro de carbón a las térmicas gallegas cae un 66% antes del decreto

La norma que aprobó el Gobierno para primar el uso de mineral autóctono dejará fuera del mercado a las centrales gallegas, que ha visto reducida su actividad por la crisis
[Faro de Vigo] Las centrales térmicas gallegas no cerrarán por culpa del real decreto del carbón que aprobó el Gobierno central y que prima el consumo de mineral autóctono frente al de importación que queman las térmicas coruñesas, pero sí sufrirán una importante caída de la actividad en lo que resta de año. Así lo aseguró el pasado jueves el secretario de Estado, Pedro Marín. El principal problema es que la central de Endesa As Pontes ha operado en 2010 al 40% de su capacidad y la térmica de Meirama, propiedad de Gas Natural Fenosa, no llegó a funcionar ni siquiera dos meses. La caída de la demanda energética por culpa de la crisis económica ha provocado que el suministro de mineral que consumen las centrales coruñesas se desplome un 66% en 2010, con respecto al año anterior, antes incluso de la entrada en vigor del real decreto del carbón que será la puntilla para estas térmicas.


Los transportistas que nutren a las térmicas gallegas, uno de los sectores más perjudicados por esta norma junto con los trabajadores de las empresas que prestan servicios en las centrales y sus auxiliares, denuncian que durante este año apenas ha habido actividad, pero aseguran que a partir de este mes ya no tendrán trabajo.
Gas Natural Fenosa ha recibido durante los primeros nueve meses de 2010 un único barco de carbón, el Tianjin Pionner, que descargó en A Coruña un total de 71.452 toneladas. En un año de funcionamiento normal, la central de Meirama consume alrededor de 1,5 millones de toneladas de carbón de importación. El mineral se descarga en el puerto de A Coruña y se transporta por ferrocarril a Cerceda. Para cubrir la producción durante un año de actividad normal, la empresa recibe unos 24 barcos por año, uno cada quince días, con una media de 70.000 toneladas por embarcación. En 2010 sólo recibió uno en enero y está previsto que llegue otro al puerto de A Coruña antes de final de año, que podría cancelarse después de la aprobación del decreto del carbón.
En 2009, la central de Meirama sólo funcionó con normalidad a partir de mayo, mes en el que recuperó la producción después de las obras de adaptación de las calderas para quemar carbón de importación, menos contaminante, con mayor poder calorífico y más barato que el nacional. El año pasado, con sólo siete meses en funcionamiento, la térmica recibió unas 700.000 toneladas, aproximadamente, y llegaron diez barcos cargados de carbón para Gas Natural Fenosa a A Coruña.
La central de As Pontes consume unos 4 millones de toneladas de carbón en un año de pleno funcionamiento. En el anterior ejercicio, Endesa importó 3,4 millones de toneladas para la térmica pontesa y entre enero y octubre recibió 25 barcos con un total de 2,8 millones de toneladas. En los nueve primeros meses de 2010, sin embargo, sólo han llegado al puerto de Ferrol diez barcos cargados con un total de 1,3 millones de toneladas. Los camioneros, cerca de 130 trabajadores autónomos que transportan carbón para Endesa, aseguran que sólo está otro buque en lo que resta de año.
Los puertos de A Coruña y Ferrol recibieron en 2010 2,7 toneladas menos de carbón para Meirama y As Pontes, que en 2009. Esta situación, provocada por una caída de la demanda energética a raíz de la crisis y que afecta principalmente a los transportistas, se agravará en los últimos meses tras la aprobación del decreto del carbón.
El Ministerio de Industria afirma que el carbón nacional únicamente generará el 6% de la energía –pese a poder reservarle hasta un 15%–, por lo que las térmicas gallegas, que consumen mineral importado, tendrán margen para reactivar su producción y continuar en el mercado. La Consellería de Economía y los ayuntamientos de Cerceda y As Pontes rechazan el optimismo del Gobierno y denuncian que el impacto de la norma en Galicia será mayor del previsto en los próximos meses, porque se dará salida a los millones de toneladas de carbón acumulado en las cuencas nacionales, y también en los siguientes cuatro años de vigencia del decreto.
El Gobierno ha negado compensaciones a las comarcas gallegas que se verán afectadas por esta norma y dejó en manos de los regidores locales negociar con Endesa y Gas Natural Fenosa para que mantengan las plantillas, ya que el Ejecutivo garantiza que las centrales no cerrarán porque son “muy eficientes” y “necesarias en el plan energético” nacional.

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