As Pontes reclama una reconversión planificada ante un futuro sin carbón

El municipio quiere aprovechar su térmica para la economía circular pero necesita tiempo para el cambio

Hace casi una década, la decisión del Gobierno central -entonces ocupado por el gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero- de primar el consumo de carbón nacional para intentar revitalizar las zonas mineras e incentivar la producción eléctrica con ese mineral sobresaltó a As Pontes. La amenaza de parálisis sobre una de las joyas de la corona del sistema energético nacional, la central de Endesa en el municipio eumés, provocó una reacción social en la comarca que se asemeja a la surgida estas semanas, cuando el futuro de la térmica vuelve a estar en jaque.

Hay ciertos paralelismos que actúan de denominador común en ambas etapas, como la unión social, laboral y política lograda en la zona norte de la provincia en torno a esta industria, las movilizaciones desarrolladas -en el 2010 los camioneros que se ocupan del transporte del carbón desde Ferrol hasta As Pontes protagonizaron un encierro que duró seis meses- y las intensas gestiones políticas ante el Gobierno central para garantizar la continuidad de la central.

Pero los principales actores implicados en esta crisis consideran que esta es mucho más complicada que la anterior.Porque se necesitan decisiones políticas no solo en el seno del país, sino también a nivel comunitario. De hecho, la principal causa que llevó a la paralización de la central de Endesa de As Pontes es la escalada en el precio de compra de los derechos de emisión de CO2, que se marcan en un mercado comunitario que se ha convertido en un instrumento especulativo para los fondos que lo controlan. Pero además, impuestos como el céntimo verde, que grava la producción de electricidad con carbón, tampoco existían hace una década, lastrando aún más la generación con fuentes que tienen sus años contados.

«Ahora la situación es muchísimo peor», subraya el alcalde de As Pontes, Valentín González Formoso, quien hace una década, como ahora, capitaneó las movilizaciones de toda la comarca frente al Gobierno de su mismo color político, el Partido Socialista. «Hace diez años, la UE veía lejos el fin del carbón, mientras que ahora ya tiene una fecha puesta, el 2050, y el precio de las emisiones de CO2 estaban reguladas»,recuerda.

El regidor pontés insiste en que la villa tiene claro que en su futuro no estará el carbón, pero insiste, tal y como piden los agentes sociales y los representantes políticos, en que se precisa tiempo para planificar una reconversión ordenada. «Podemos generar energía de otra forma», afirma. De hecho, en la térmica se están haciendo pruebas ya para utilizar otros combustibles, como residuos vegetales y lodos de depuradoras, entre otros, preparándose, como indica el alcalde, para sacar todo el partido del mundo a la bautizada como economía circular. «No sería lógico que una instalación como esta no se aproveche y se construyan otras de biomasa», afirmó.

También Manuel Bouza, el portavoz de los transportistas, que han cumplido quince días de encierros en los ayuntamientos de As Pontes, Vilalba y Ferrol, considera que las circunstancias actuales, con respecto a la crisis anterior por el decreto del carbón, son aún más complicadas. Reprocha a la ministra de Transición Ecológica tomar decisiones que implican el cerrojazo laboral para algunas comarcas sin una planificación «con sentidiño». No obstante, afirma que los 150 camioneros, que pasan por momentos difíciles por el parón de la central, no son los únicos que están padeciendo esa situación. Están a la espera de la reunión que se ha comprometido a convocar el Gobierno y en la que Endesa tendrá que desvelar sus planes.

Nueva movilización en Madrid de los jubilados de la planta

En As Pontes se libran dos batallas relacionadas con Endesa y su central térmica. Por un lado, la que persigue que se reactive la central, -que está siendo objeto de una reforma de 217 millones de euros precisamente para ser menos contaminante- y por otro, las movilizaciones que secunda el denominado personal pasivo -los jubilados, prejubilados y huérfanos y viudas- para que la eléctrica mantenga los derechos sociales adquiridos en las últimas décadas. Esta madrugada saldrán de As Pontes varios autobuses con dirección a Madrid en la que los jubilados de la térmica se movilizarán con otros de otras zonas del país ante la sede de la empresa.

Tampoco aparcará las movilizaciones la comisión creada en el municipio con representantes de todos los grupos políticos, de sindicatos, asociaciones empresariales y los transportistas, entre otros. Este miércoles, día 25, a las siete de la tarde volverán a reunirse para analizar nuevas acciones a llevar a cabo con el fin de mantener la llama viva de las movilizaciones con las que reclamar al Gobierno que tome medidas que contribuyan a relanzar la actividad.

Transporte de mineral

Mientras, los grupos de la central permanecen parados y solo arrancan cuando Endesa lleva a cabo pruebas con combustibles complementarios. De hecho, estaba previsto que la pasada semana, los camioneros pudiesen trabajar durante tres días, transportando mineral desde el puerto exterior hasta la villa minera, ante la previsión de que en la terminal de Caneliñas pudiese recibirse un cargamento de carbón con el que la eléctrica va a realizar nuevas pruebas.

Sin embargo, un incendio que se produjo hace unos días en el parque de carbones de la eléctrica frustró finalmente que pudiera producirse ese traslado de la carga acopiada en el puerto exterior de Ferrol.

Fuente La Voz de Galicia

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