Tras 31 años de explotación, la mina se clausuró el 31 de diciembre de 2007
Se ha rellenado de agua y constituye lago artificial más profundo de Europa
La medida ha levantado muchas críticas por parte de asociaciones ecologistas
[RTVE] El 31 de diciembre de 2007 se puso fin a la actividad de la mina gallega de As Pontes (A Coruña). Durante 31 años se consolidó como la explotación más grande a cielo abierto de España. Llegó a emplear a miles de trabajadores, más de 5.000, y contaba con la chimenea más alta de Europa de una central térmica, de 365 metros de altura.
A pesar de sus récords, de ser la planta más grande de España, o de producir el 8% de la energía hidroeléctrica nacional, la explotación se había erigido como la novena más contaminante de Europa, con volúmenes cercanos a los 11 millones de toneladas de CO2 en el año 2004.
La central seguirá funcionando, con su omnipresente chimenea como estandarte, pero la extracción de carbón de la mina es historia desde hace años.
Cuando una explotación del estilo concluye, la empresa explotadora (Endesa) está obligada a restaurar el terreno en las condiciones anteriores a la explotación de la mina.
En el caso de As Pontes había que rellenar un enorme ‘agujero’ que ocupaba varios kilómetros y millones de metros cúbicos. Sin embargo, Endesa propuso una alternativa: anegar la mina con agua. La medida fue duramente criticada por los ecologistas, que lo calificaban como un maquillaje y una solución barata.
La propuesta, con una inversión cercana a los 35 millones de euros, consistía en inundar la mina con 547 millones de metros cúbicos de agua para construir “el lago artificial más profundo de Europa”, explica a RTVE.es Valentín González, alcalde de As Pontes.
Para llenarlo, al margen del agua de la lluvia, se construyó un canal de 3 kilómetros de longitud que llevara parte del caudal del río Eume al lago. De este modo, estaba previsto que la mina estuviera completamente llena en noviembre, pero la sequía provocó que el proceso no concluyera hasta la semana pasada.
Críticas ecologistas
A pesar del retraso, “el llenado ha tardado relativamente poco tiempo” indica González. Esta situación “ha garantizado la extraordinaria calidad del agua. Los primeros 60 metros de profundidad tienen las mismas características que el río que nutre el lago”.
Cuando el agua esté parada durante meses… ¿seguirá teniendo la misma calidad?
Sin embargo, los ecologistas reclaman que “los controles los hace la propia empresa y no los enseñan”, asegura Julio Varea, responsable de Energía y Cambio Climático de Greenpeace España. “El agua está en contacto con las paredes de la mina. Cuando esté parada durante meses… ¿seguirá siendo igual de buena?”, añade.
Por otra parte, Mónica Arto, representante de la Junta Consultiva de Fragas do Eume, considera que el llenado es “la solución más barata y estética posible, ya que solo se trata de maquillaje para tapar el agujero”.
RTVE.es ha intentado contactar con Endesa para conocer su punto de vista, pero el responsable de comunicación del proyecto ha remitido a una presentación que se llevará a cabo en el mes de mayo y no ha querido realizar declaraciones sobre la construcción del lago.
En su momento, una de las razones esgrimidas por la compañía para potenciar su fórmula -rellenar la mina de agua, y no de tierra- fue que las escombreras en las que se amontonaba la tierra extraída de la mina se había convertido en una de las mayores concentraciones de fauna y flora de Galicia, “donde se ha descrito la llegada natural de casi 180 especies de animales”, asegura González.
El más profundo de Europa
El proyecto ha tenido su base en experiencias análogas realizadas principalmente en Alemania, así como en otros países nórdicos, pero su complejidad “ha sido enorme, no solo por el reto técnico, sino porque había que modificar el entorno de una sociedad minera en un escenario vinculado a usos medioambientales y de ocio y turismo”, señala González.
Ese es otro de los puntos más criticados por los ecologistas, ya que denuncian que “no ha existido proceso de restauración, porque crear un lago no es lo mismo que existía antes de la mina, que era una zona agrícola”, asegura Arto.
No obstante, el alcalde de As Pontes considera que el proceso “ha sido ejemplar. Solo hay que ver el resultado”, añade. El lago mide cinco kilómetros de largo, dos de ancho, 18 de perímetro y 222 metros de profundidad máxima.
Además, la aportación de 90.000 toneladas de arena ha permitido construir una playa de casi medio kilómetro de largo en la parte más cercana a As Pontes, e incluso la zona noroccidental se ha constituido como reserva ornitológica y zona de observación de aves.
El lago mide cinco kilómetros de largo, dos de ancho, 18 de perímetro y 222 de profundidad máxima
Por el momento se han presentado “más de 200 proyectos con ideas para la ordenación y edificación de la zona”. Algunas de las propuestas pasan por crear un centro de remo de la Federación Española, la construcción de un museo sobre la historia original de la mina de As Pontes y diferentes infraestructuras como pantalanes o paseos fluviales que realcen el valor del lago.
Endesa entregará la gestión del lago y sus aledaños a la Xunta de Galicia a partir del 31 de diciembre de este año, cuando finaliza el periodo de concesión de estos terrenos, por lo que “pase lo que pase, la responsabilidad será pública, y no de la compañía”, explica la ecologista de Fragas do Eume.
Pero desde el punto de vista del alcalde, a partir de ese momento, el lago pasará a tener un “carácter estratégico” por la cantidad de agua acumulada y, además, aportará “un valor añadido como pueblo, ya que se convertirá en una de las principales fuentes de riqueza del municipio”, concluye el alcalde.