El Rey entrega el Premio Fondena a Endesa por un proyecto ecológico en Galicia

[eldiario] El Rey ha entregado hoy en la Zarzuela el IX Premio de la Fundación Fondo para la Protección de la Naturaleza (Fondena) al presidente de Endesa, Borja Prado, por el trabajo de la compañía en la restauración del entorno de la antigua mina coruñesa de As Pontes, que permitió la creación de un nuevo ecosistema.
Don Juan Carlos ha prescindido de su bastón para saludar en el Salón de Audiencias del palacio a cada uno de los integrantes de la delegación de Fondena, encabezada por su primo el infante don Carlos de Borbón, que preside el patronato, y al presidente de Endesa, a quien ha hecho entrega del diploma acreditativo del premio.


Tras posar junto a todos ellos para los medios gráficos, el Rey y los asistentes a la entrega de este galardón han tomado asiento para asistir en el mismo salón a la proyección de un vídeo informativo sobre el proyecto medioambiental que ha sido merecedor del último Premio Fondena.
Don Juan Carlos es el presidente de honor de Fondena, constituida en abril de 1982 con el fin de promover, alentar y asegurar la conservación de la fauna y la flora, los paisajes y ecosistemas, las aguas y suelos y los demás recursos naturales, para lo que organiza actividades educativas y científicas, así como la concesión de estos premios bianuales.
En la anterior edición, patrocinada por la Fundación Endesa, fue distinguida con este premio SEO/BirdLife, la organización ecologista más veterana de España, cuyo presidente, Eduardo de Juana, recibió el premio de manos del Rey en una ceremonia celebrada en noviembre de 2011 en la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Aquel acto oficial fue especialmente conocido por la anécdota de ver a don Juan Carlos con gafas de sol negras, ya que esa misma mañana había sufrido un pequeño accidente doméstico que la causó un hematoma en un ojo.
El Plan de Restauración por el que Endesa ha recibido este noveno Premio Fondena empezó a ponerse en marcha en 1985 en torno a la mina de carbón a cielo abierto de As Pontes, que la compañía había empezado a explotar en 1976 para suministrar combustible a una central térmica de su propiedad, lo que había creado una escombrera exterior de 1.200 hectáreas y 720 millones de metros cúbicos.
Endesa dispuso en esos terrenos una cubierta vegetal estable para controlar la erosión y la calidad del agua de escorrentía, así como para propiciar la formación de un suelo productivo, y creó un gran lago interior en el hueco formado por la antigua mina y la escombrera interior, que ocupaba 80 hectáreas.
Como resultado, la antigua mina y su escombrera se han convertido en un ecosistema en permanente transformación, reconquistado por la flora y la fauna, en el que actualmente habitan, de forma temporal o permanente, 172 especies de vertebrados, que se ha completado con una playa artificial a la que se sumará la construcción de dos islas, una de ellas destinada albergar una reserva ornitológica.

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