El ´tsunami´ que viene

[La Opinión de A Coruña, por Gemma Malvido] Olas de gran tamaño que consiguen devorar el espacio que la tierra le ha ganado al mar. Así es como en el imaginario popular se recuerda un tsunami; con destrucción y casas rotas a su paso y así es como podría quedar el entorno del lago de As Pontes en un futuro no muy lejano, según el director del Instituto Universitario de Geología de la Universidad de A Coruña, Ramón Vidal, si coincidiesen una serie de desafortunadas circunstancias.

El lago está situado en una zona sísmicamente activa, y el hecho de que el hueco de la mina de As Pontes haya sido rellenado con agua entraña un peligro, según adelanta el colectivo ecologista Adega, para la ciudadanía ya que, en el hipotético caso de que se produjese un terremoto de intensidad seis en la escala Richter -la misma intensidad que provocó 72 muertos y 12.000 heridos en 1994, en la ciudad californiana de Northridge-, generaría un tsunami en la localidad.
Esta afirmación se basa en la teoría de que, el agua, al haber sido inyectada a presión en el plano de una falla -rotura que los movimientos geológicos producen en un terreno- activa ejercería como lubricante en caso de que se produjese un seismo y no conseguiría oponer la suficiente resistencia como para frenar el empuje de una gran ola.
La de As Pontes es la única laguna creada por el hombre en Galicia que no cumple la norma vigente de sismotectónica; por lo que es, además, la única que se sitúa directamente sobre una falla activa que carece del único freno que amortiguaba su movimiento: los lignitos, según denuncia el colectivo Adega en un comunicado.
Con este relleno de agua, la zona del lago de As Pontes está casi igual que hace 20 millones de años, cuando era un inmenso lago natural. La falla que podría ocasionar un tsunami en el municipio pontés comienza en Los Pirineos y sufre periódicamente movimientos sísmicos cuyos epi-centros se sitúan sobre el trazado de la falla en la superficie, según denuncia Adega.