“Actualmente, cerca de 4.000 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a Internet” comienzan explicando en el post en el que han dado a conocer la cancelación de Aquila, un dron de una envergadura similar al Boeing 737 que volaría a unos 28.000 metros de altura y ofrecería Internet de alta velocidad a través de un láser de luz infrarroja.
En 2017, tras un años de pruebas, se produjo el primer vuelo de prueba en el que no hubo ningún fallo. El trayecto por los cielos de Arizona en Estados Unidos, únicamente duró una hora y 46 minutos, aunque las intenciones de la compañía eran que estos aviones sin piloto volaran durante meses de forma ininterrumpida gracias a la energía solar.
En el post Facebook asegura que la decisión de cerrar el proyecto se debe a que otras compañías de la industria aeroespacial han empezado a invertir en esta tecnología. Sin embargo, varios medios estadounidenses señalan las barreras burocráticas como una de las principales causas. Business Insider realizó un informe basado en varios correos internos que reflejan las disputas internas y que el trabajo estaba estancado desde hace tiempo por problemas técnicos.
TechCrunch por su parte indica que el proyecto se emprendió en la época de mayor apogeo de Facebook antes de que la lluvia de críticas les hiciera bajar sus metas.
Aún así, la idea no es abandonar del todo. Continuarán trabajando con socios como Airbus en la conectividad HAPS y pretenden seguir luchando en materia de políticas ante la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones que se celebrará en 2019, “para obtener un mayor espectro del HAPS” explican en el texto.