Ferrol y As Pontes están unidos ya por la autovía que llegará hasta la A-8

[La Voz de Galicia] Ferrol y su comarca quedaron fuera del trazado costero de la Transcantábrica, la A-8, que finalmente cruzará Galicia a través de Vilalba esquivando el noroeste de Galicia. Pero, a cambio tendrán su propia autovía, la AG-64, que unirá la ciudad naval con la capital chairega atravesando tierras de As Pontes. Desde ayer, el camino de asfalto llega ya a la villa minera con la apertura al tráfico rodado de un tramo nuevo de casi seis kilómetros.


Con la inauguración de este itinerario, están en servicio 33 de los 55 kilómetros de autovía entre Ferrol y Vilalba, que acortarán el tiempo de viaje de forma importante. Sin autovía, los conductores empleaban más de media hora en ir de Ferrol a As Pontes. Ahora, poco más de un cuarto de hora.
Pese a que la comarca no está acostumbrada precisamente a que se inauguren tramos de autovía, el acto de ayer en As Pontes fue bastante discreto. La Consellería de Política Territorial envió a su delegado en A Coruña, Jacinto Parga, que hizo cuanto pudo para imprimir cierto carácter trascendente a la retirada de las vallas que prohibían el paso a los flamantes nuevos kilómetros de autovía.
Pero la cosa tampoco era para más fastos, porque lo que ayer se estrenó no es todo el tramo al completo. Seguirá cerrado y en obras —que no tienen fecha de finalización, de momento— un trecho de casi un kilómetro de longitud que amenazaba derrumbe cuando aún no estaba concluido. Se trata de un talud de enormes dimensiones —originalmente tenía cuarenta metros de altura— sobre el que discurrirán en un futuro los cuatro carriles de autovía. Hace un año, cuando ya se había extendido una primera capa de asfalto, apareció una gran señal de alarma: se hundió un trozo de firme. Este hecho evidenció que el talud era inestable y que podría derrumbarse, lo que obligó a rehacer ese tramo reduciendo la altura del talud y se están extendiendo láminas de plástico impermeabilizante para evitar que el agua empape la tierra y ésta se desplace.
La Consellería de Política Territorial está analizando en un laboratorio todas las tierras utilizadas para conformar el talud y descubrir exactamente por qué falló la estructura.
Las reformas en este punto de la autovía llevarán varios meses más porque para colocar las láminas impermeabilizantes es imprescindible que no llueva. Además, el presupuesto del tramo se ha disparado en 2,5 millones de euros más, colocándose por tanto en casi 33 millones.
El siguiente trecho de autovía, entre As Pontes y Cabreiros, ya en Lugo, está en obras desde hace algo más de un año. Política Territorial maneja la fecha de noviembre del 2007 para abrirlo al tráfico. Si finalmente se cumple esa previsión, el tramo se inaugurará con nueve meses de retraso debido a que está en marcha una excavación arqueológica para investigar los restos de un círculo lítico prehistórico.

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