Informes de Ence apuntan riesgos en la ampliación de su negocio gallego

[La Voz de Galicia] Cerrar el ciclo productivo gallego de la madera con una papelera es una opción industrial que ofrece riesgos de competitividad tecnológica, de funcionamiento de los mercados y de gestión forestal. Así lo admiten informes sectoriales internos realizados en la comunidad autónoma durante los últimos años. Y así le consta también a la firma impulsora del proyecto, Ence, que en sus últimas auditorías internas analizó los factores más críticos de la producción de celulosa.


La grandes ciclos a los que está sometido el mercado de la pasta y el papel son uno de los factores que más preocupan a los expertos. Para Ence, la venta de celulosa representa el 79% de sus ingresos, lo que somete a la firma a una gran variabilidad por la evolución de los precios.
En su informe anual, el grupo admitió que los ingresos provinientes de la venta de celulosa están sufriendo los efectos del actual tipo de cambio dólar/euro, ya que los precios de referencia en el mercado internacional se miden en dólares por tonelada. En los últimos años, Ence recurrió a operaciones forward (compra y venta anticipada de productos en condiciones pactadas de antemano) y contrató millonarios seguros de cambio.
El otro gran riesgo anotado por la empresa es el límite forestal de Galicia. De hecho, el mayor coste de la actividad celulósica corresponde a la adquisición de madera en rollos de terceros. Todas las filiales de Ence en el mundo disponen de una red de captación de madera de terceros que aseguran la materia prima. Una papelera aumentaría las necesidades y también los costes.
El déficit está siendo superado por Ence gracias a la contribución de madera procedente de Uruguay, Chile y Congo, principalmente. Esta tendencia, que exige el aumento de las importaciones de madera no europea para las empresas del sector en España y Portugal, confirma la estrategia de Ence de maximizar el autoabastecimiento. La compañía ha realizado esfuerzos para ampliar su patrimonio forestal y mejorar su productividad, con la compra en Uruguay de más de 5.000 nuevas hectáreas en este primer trimestre del año y con programas de I+D+i para la implantación de clones adaptados.
El impacto medioambiental de esta actividad industrial supone otro factor crítico. Las auditorías reflejan que la renovación y disposición tecnológica sería también más costosa en lugares periféricos, como Galicia. Además, España está considerada como un mercado pequeño para la pasta de fibra corta (la que produce Ence con el eucalipto).
Frente a estas deficiencias estructurales, los mismos informes subrayan las oportunidades que se abrirían con el cierre del ciclo de papel en Galicia. Los expertos apuntan hacia la fabricación de derivados del papel, como el tisú, los pañales, envases y cartonaje como una de las opciones con mayor capacidad de colocación en los mercados nacional y europeo, si bien la competencia es dura, con grupos industriales que han adquirido dimensión en los últimos diez años mediante fusiones.

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