La recolocación de los empleados de las auxiliares divide a los sindicatos.

Mientras UGT y CC.OO. defienden su legalidad, la CIG la tilda de “cacicada”.
Suplemento A Chaira, de El Progreso, ayer. El pasado día 31 de Diciembre la mina de As Pontes cerró y con su fin llegó también el del trabajo de más de 200 empleados de las compañías auxiliares. De ellos, ochenta fueron recolocados y pasaron a formar parte de la plantilla de Endesa, tal y como se había firmado en el último acuerdo de 2006 y por el que se prejubilarán antes del 31 de Diciembre de 2010 al amparo del Plan del Carbón 2006-2012. Los requisitos: tener ocho años mínimos de trabajo en un puesto co coeficiente reductor, tener 52 años de edad química -la edad con el coeficiente aplicado- en 2010 y trabajar tres años en la empresa. Pero, al mismo tiempo, otros recibieron la carta de despido.


El número de trabajadores en paro todavía no es un dato concreto. Los sindicatos barajan diversas cifras que se mueven entre los 50 y el centenar. Por eso, según Miguel Ángel López, presidente del Comité de Empresa, celebrarán una reunión con Endesa para saber la plantilla real de cada auxiliar y el tiempo de contrato que van a tener, ya que el plan de cierre tiene una “carga de trabajo que en algunos casos continuará hasta 2009”.
Mientras, un aluvión de críticas señala al proceso de incorporaciones, que ya despertó inquietudes desde el principio, sobre todo entre los sindicatos, que lo ven de distinta manera.
UGT y CC.OO. defienden la legalidad total del proceso mientras la CIG critica “las maniobras vergonzosas” que se llevaron a cabo para realizar las incorporaciones.
Roque Vidal, representante de la minería de FIA-UGT Galicia, considera que el proceso ha sido “limpio y transparente; todos entraron en las condiciones necesarias”. Genaro Taboada, secretario de la sección sindical de CC.OO. de Endesa As Pontes, añade: “Todo el personal que se incorporó cumple los requisitos del Plan del Carbón”. Sin embargo, Alberto Amado, secretario de la Unión Local del sindicato nacionalista, lo califica de “cacicada” y subraya la “discriminación que houbo” mientras deja una pregunta en el aire, “¿por qué entra xente que leva seis anos e outra que ten 27 ou 28 anos de coeficiente queda fora?”. “Reivindicamos que toda a xente que ten dereito entre porque ninguén pode excluír a ninguén”, concluye.
Y al mismo tiempo que la CIG acusa a los otros sindicatos de “meter os expedientes”, “preparar as listas” y “escoller a dedo”, Vidal afirma que a Endesa le entregaron más expedientes de los 80 porque había “muchos” que cumplían, pero que la dirección de la empresa “tiene la potestad facultativa de contratar a quien quiera”. Pese a todo, Vidal se muestra “positivo”. “Los objetivos marcados se han cumplido”, aunque “esto no es el final y lucharemos para que los trabajadores estén el mínimo tiempo en el paro”. Taboada dice lo mismo: “Nos hubiera gustado que en vez de 80 fueran 130, pero seguiremos la lucha”.
[Otra asamblea]
Alberto Amado presentará hoy el calendario de movilizaciones

La CIG, que hace unos días llevó a cabo una asamblea con los trabajadores de las compañías auxiliares en la que tomaron la decisión de llevar a cabo movilizaciones, realizará hoy otra a las 20.00 horas en su local de As Pontes para ofrecer información sobre el cierre de la mina, el proceso de recolocaciones e incorporaciones a Endesa y para presentar a los trabajadores su calendario de actuaciones para ejercer presión social y política, que pretenden comenzar a realizar en los próximos días.
Al mismo tiempo, la CIG seguirá adelante con el proceso judicial que interpuso en el juzgado número 2 de lo social en Ferrol por “exclusión sindical”. El juicio tendrá lugar el día 29 a las 12.30 horas.
Firma del acuerdo
Los problemas acerca del proceso ya comenzaron con la firma del Expediente de Regulación Eléctrico (ERE Minero) firmado en agosto de 2006. Mientras CC.OO. y UGT aseguran que la CIG no firmó dicho acuerdo en su momento y que no quiso formar parte de él, Alberto amado, secretario de la Unión Local del sindicato nacionalista, explica que “a CIG dixo que non iba asinar sen pasar antes pola asamblea de traballadores porque faríamos fraude. Ésta autorizounos a facelo, polo que mandamos un comunicado a Endesa o 23 de agosto de 2006 para informarlles de que nos acollíamos e que nomeábamos a dúas persoas para formar parte do Comité de Seguemento -formado por representantes de UGT, CC.OO. y la empresa-, pero non obtivemos contestación algunha. Mandamos outro o 2 de outubro, e o mesmo”, explica, “e aí a demanda que interpuxemos”.

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