Piscu dejará de ser mileurista si juega el domingo en El Madrigal

[La Voz de Galicia] El defensa central de As Pontes ascenderá de rango si cumple quince partidos oficiales con la camiseta del Deportivo. Iago Iglesias fue el último canterano que firmó su primer contrato profesional con el Deportivo.


El lunes, la plantilla del Fabril podría estar tomando unos pinchitos por cortesía de Adrián López, Piscu. El de As Pontes inició la temporada como prometedor central del filial. Pero la promesa se cumplió y Miguel Ángel Lotina lo ha llamado catorce veces a la titularidad del primer equipo. Una más, y Piscu será profesional, en virtud de una cláusula en su contrato de aficionado, que lo convierte en profesional de forma automática desde la decimoquinta vez que vista la zamarra blanquiazul. Podría suceder el domingo, contra el Villarreal en El Madrigal. Piscu insiste en sus orígenes y quiere festejarlo con su gente, así que la fiesta se trasladará al vestuario del Fabril. «A los compañeros del Fabril por supuesto que los invitaré a algo. Porque todo esto es gracias a ellos. En el supuesto caso de que juegue, claro…», bromea.
Si se consuma su presencia en el césped de El Madrigal, el zaguero gallego solo tendría que firmar un contrato profesional que se prolongaría desde ese mismo instante hasta junio del año 2010. La progresión en los emolumentos de Piscu también sufrirá un salto cualitativo, ya que su salario actual ronda los mil euros y pasará a percibir de forma progresiva ochenta, noventa y cien mil euros por temporada en el período en el que este primer contrato profesional esté en vigor.
A pesar de todo, Piscu repasa con humildad su trayectoria en los últimos meses. «Cuando me hablan de la posibilidad de convertirme en profesional, lo que pienso es quién me lo iba a decir a mí. Me conformaba con entrenar. Por eso no le doy demasiada importancia», explica.
El defensa cree que a los méritos propios hay que añadir la coyuntura que está atravesando el equipo, con dos centrales lesionados hasta hace escasos días. «Las circunstancias por las que estoy ahí son las mismas que el primer partido, es decir, las bajas de mis compañeros. Lo que sucede es que se han extendido más de lo esperado, algo que ha sido sorpresivo», argumenta el futbolista.
«Por el momento, lo que pienso no ha cambiado nada, y es que soy jugador del filial. Mi situación no ha variado ni lo más mínimo. Lo tengo claro y seguiré trabajando», advierte el canterano. Piscu agradece también el apoyo de sus progenitores, que le ayudan a poner un punto de cordura en su nuevo estado laboral. «Mi padre jugó y sabe que esto es así, que un día eres muy bueno y al otro no sirves para nada. Me da tranquilidad. Pero es la realidad. La gente de fuera siempre infla un poco. El fútbol es muy difícil», explica el defensa.
Para concluir, un deseo para el partido de El Madrigal: «Lo que importa es ganar, lo mío es secundario».
Precedentes
El último jugador de la cantera que se convirtió en futbolista profesional con la camiseta del Deportivo fue el coruñés Iago Iglesias, en mayo del año 2006.

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