Queserías del Eume seduce a consumidores de Suecia, Estados Unidos y Alemania
Las ventas de la fábrica de As Pontes se han incrementado, dentro y fuera de Galicia
En 2019, Queserías del Eume, la fábrica montada en Goente (As Pontes) en 1960, introdujo cambios en la planta y el catálogo de productos, y renovó la imagen de marca (la vaca, símbolo de la firma hasta entonces, dio paso a un moderno logotipo). La directora, Ana Prieto, nieta del fundador, y su marido, Raimundo Meizoso, responsable del área comercial, pretendían dar un nuevo impulso a la firma, con el propósito de ganar mercado fuera de Galicia. Los resultados parecen haberles dado la razón. Hace ya un año que empezaron a trabajar con Estados Unidos, a través de una distribuidora que vende a tiendas, hostelería y eventos. «Solo nos piden queso de la denominación de origen tetilla, pero mes a mes están aumentando los kilos del pedido», explica Meizoso.
Más reciente es su entrada en Suecia. Los productos de Queserías del Eume ya se degustan en la capital. «Surgió en una reunión de un grupo de BNI [la organización Business Networking International, de la que forman parte, a través del grupo de Ferrolterra, Albatros] en Coslada [Madrid], hablando con gente que se mueve por Europa. Enviamos producto a una distribuidora de Estocolmo, que además tiene varios restaurantes. Empezamos mandando una muestra, con variedad, y el primer pedido ya fue de 400 kilos», señala el jefe comercial. A los suecos les ha gustado todo: el requesón, los quesos curados, ahumados, tiernos, cremosos, de barra… E incluso el nuevo de la marca, elaborado con leche de oveja, La cabaña de la oveja negra, de tres meses de curación.
En Alemania ya se introdujeron hace cuatro años y la relación se ha ido fortaleciendo. «Habíamos empezado con tiendas gourmet y vendedores ambulantes en ferias [que se celebran a diario, en distintas ciudades, especializadas en quesos]», indica Meizoso. La ventaja en países como Alemania, Francia, Suiza, Holanda o Italia «es que tienen un consumo diario de queso muy alto, lo toman tres veces al día, con cualquier plato, mucho más que en España», apunta. De ahí que importe «menos» la competencia, «enorme», que la capacidad de seducción. «Es verdad que cuando prueban nuestros quesos, les gustan, los curados, ahumados y el tetilla les encantan», reconoce.
Galicia continúa siendo el principal mercado de Queserías del Eume, con más del 80 % de las ventas. «Fuera de aquí, lo más fuerte es Madrid, a través de una distribuidora y directamente a algún local, tiendas pequeñas o jamonerías. Trabajar con Madrid es lo más fácil, el transporte es a la mitad de precio que dentro de Galicia, curiosamente, porque todas las empresas tienen línea directa con la capital», comenta Meizoso. También se comercializan sus productos en Oviedo o en el Puerto de Santa María.
Un queso de 122,5 kilosEn el último año han aumentado las ventas (en 2020 la facturación rondó el millón de euros), y ha crecido la plantilla (formada por 11 personas). Hace cuatro años se incorporó Lucía Meizoso Prieto, que representa a la cuarta generación de esta saga familiar, y más tarde, su hermano, Javier. «Si no fuera porque vemos que puede haber una continuidad en el negocio, a lo mejor no trabajábamos tanto», admite su padre. Entre las novedades de la marca destaca su queso gigante, una pieza de la variedad Mirador do Eume, con un año de curación, para cuya elaboración necesitan unos 1.200 litros de leche (ronda los 122 kilos), que venden en cuñas. Fabrican dos o tres unidades cada año -el último se agotó en apenas un par de horas, nada más mostrar su foto a través de las redes sociales de la firma-, y el próximo llegará en Navidad, para su venta en la tienda de vinos, licores y productosgourmet Bodegas Barral, en Fene, como parte de las cestas que comercializan por las fiestas. Ahora planean incorporar a su catálogo el queso fresco, «porque varios clientes lo demandan».
Queserías del Eume, cuyos productos se degustan en los comedores de Inditex, en Arteixo, no se ha resentido por la pandemia, pese al bajón de las ventas en la hostelería, los hoteles o las pizzerías, o el cierre temporal de los comedores de la Universidade de Santiago, a la que también suministran sus quesos. «En los supermercados aumentó la demanda, sobre todo en las tiendas de aldea, que vendieron muchísimo», remarca Meizoso, que rechazó no hace mucho la posibilidad de «entrar» en China. «Queremos llevarlo despacio, a nuestra manera, con gente de confianza, con los cobros al día, un producto con precio, manteniendo la calidad», subraya.
Fuente La Voz de Galicia