Toshiba abandona de manera oficial el formato HD DVD de alta definición
El fabricante de electrónica Toshiba ha anunciado de manera oficial que abandona la fabricación y el desarrollo de productos HD DVD, aunque seguirá ofreciendo servicio de post-venta a clientes que hayan adquirido material relacionado con este formato.
Toshiba pierde así la guerra de los DVD de alta definición ante el grupo de empresas liderado por Sony, cuyos productos funcionan con el sistema Blu-ray.
La decisión es trascendental, en tanto que pone fin a una guerra que mantenía esta multinacional japonesa con Sony por hacerse por el estándar de los discos ópticos para almacenar material en alta definición, es decir, por el futuro de los DVD.
Toshiba afirma que va a comenzar a reducir sus ‘stocks’ de reproductores y grabadores HD DVD, mientras que espera liquidar el negocio para finales del próximo mes.
“Hemos evaluado cuidadosamente el impacto a largo plazo de la llamada guerra de formatos de última generación y hemos concluido que la decisión de retirada es la que más ayudará al desarrollo del mercado”, dijo Atsutoshi Nishida, presidente y director ejecutivo de Toshiba, en un comunicado. Según el fabricante nipón, la decisión de la retirada del negocio se tomó basándose en “los recientes cambios experimentados en el mercado”.
Todo ello, a pesar de las estrategias de mercadotecnia de Toshiba, que establecieron grandes descuentos en sus productos con el objetivo de mejorar su situación competitiva frente a Blu ray. La compañía ha visto cómo se han reducido sus ventas durante los últimos meses.
Así las cosas, el triunfo del formato Blu-ray de Sony supone que los consumidores no tendrán que elegir entre dos formatos incompatibles entre sí, a diferencia de lo que o currió en la célebre guerra de formatos de vÍdeo en los ochenta, cuando convivieron durante años los formatos VHS y Betamax.
Algunos expertos aseguran que la existencia de un solo formato de alta definición acelerará el tránsito a las nuevas tecnologías de alta definición en el hogar, un mercado que con los actuales DVD mueve al año cerca de 24.000 millones de dólares.