Unos 250 trabajadores externos han comenzado hoy los trabajos de revisión del grupo 1 de la Unidad de Producción Térmica (UPT) de As Pontes, dentro del programa de mantenimiento que Endesa desarrolla en su instalación.
Fuentes de Endesa informan de que estas tareas requieren una inversión de 4 millones de euros. Hasta que concluyan los trabajos a finales de octubre, participarán treinta empresas diferentes, la mayor parte de las cuales son proveedores habituales de la compañía y arraigadas en la comarca. En su selección, Endesa destaca que ha tenido en cuenta tanto la oferta económica como el compromiso en la prevención de riesgos laborales, ya que considera prioritario velar del mismo modo por la seguridad de los trabajadores propios como de los empleados ajenos, para lograr así el objetivo de “cero accidentes” que la empresa promueve.
Este reto, añade, requiere un gran esfuerzo, dado el elevado número de personal externo que se moverá por la central y que, además, ésta mantendrá su actividad productiva en sus tres restantes grupos, si así lo requiere el mercado.
Esta es la segunda revisión que Endesa realiza en el presente año, ya que entre abril y mayo últimos abordó la del grupo 2.
La compañía subraya su apuesta por el mantenimiento preventivo como fórmula idónea para evitar averías.
Cada uno de los grupos que componen la central, de 350 megavatios de potencia, está formado por caldera, turbina y alternador como equipos principales.
El estado de los distintos elementos será revisado y parte de las piezas serán sustituidas por otras nuevas.
Estas labores preventivas incluyen la inspección de espesores de los conductos que forman las paredes tubulares de la caldera de combustión y la sustitución programada de buena parte de ellos, así como la reparación y renovación de distintos componentes de la torre de refrigeración.
Este tipo de acciones programadas se realizan en razón de dos parámetros: haber alcanzado las 30.000 horas de funcionamiento o haberse cumplido los plazos establecidos por la legislación vigente para equipos a presión.
La revisión obliga al apagado del grupo 1, con lo que la central solo tendrá disponibles los otros tres durante el tiempo en que se realicen los trabajos.
La central de As Pontes, construida en la década de los 70, acometió su primera gran transformación dos décadas después, encaminada a permitir que sus calderas quemasen una mezcla del lignito pardo que se extraía de la mina local con hulla de importación.
Entonces, la inversión rondó el equivalente a los 90 millones de euros.
A principios de siglo emprendió su segunda gran transformación, en esta ocasión dirigida a utilizar únicamente mineral de importado, con una inversión de 275 millones de euros.