[El Correo Gallego] Si Julio Verne levantara la cabeza, se frotaría las manos con As Pontes. En la villa del carbón, encontraría los escenarios ideales para todas sus novelas: yacimientos mineros para hundirse en el fondo de la tierra, futuristas torres que otean el espacio, un inesperado lago para 20.000 leguas de viaje submarino. Porque durante los últimos 75 años, esta población gallega se ha adelantado al futuro una y otra vez. En el siglo XX, se convirtió en el principal paisaje industrial de Galicia: con una estética muy cercana a la antigua Europa del Este o a la actual China. Pero ahora, opta por un futuro utópico y casi tropical. Endesa ya ha culminado el llenado del mayor lago minero de Europa. Donde antes crujía la mina, ahora se mecen las olas. El resultado se presentará oficinalmente mañana, con la visita de los presidentes de la Xunta y del gigante energético Endesa.
La propia empresa define su proyecto como “la mayor restauración ambiental realizada en España, la compañía ha transformado su mina de lignito en el espacio de más biodiversidad de Galicia”. El sorprendente lago se extiende a lo largo de 18 kilómetros. Sus 547 hectómetros cúbicos lo convierten en la mayor superficie acuática creada sobre una mina europea. Según los datos aportados por Endesa, también nos encontramos ante la mayor laguna artificial de Galicia y la segunda mayor reserva de agua de nuestra comunidad autónoma. Para llegar a este fenómeno propio de la ciencia-ficción, se ha necesitado una inversión de 35 millones de euros.