Carballo, Cee, Noia, Ribeira y As Pontes, focos de servicios tras las ciudades

[La Opinión de A Coruña] El diseño del futuro modelo territorial realizado por la Xunta elude por completo la estructura comarcal. No hay ni una sola referencia a esta distribución. En la cúspide de esta nueva radiografía territorial están las llamadas “regiones urbanas” formadas por A Coruña-Ferrol y Vigo-Pontevedra y , por ser los polos desarrollo demográfico y económico de Galicia y concentrar los principales servicios públicos de la comunidad. Al mismo nivel, pero de menor dimensión, se sitúan las áreas de Santiago, Lugo y Ourense.


En un segundo nivel, el Gobierno gallego ha situado a un grupo de “villas y ciudades pequeñas” a las que asigna un papel capital como polos de desarrollo que permite disponer a la totalidad del territorio de una adecuada cobertura de servicios, además de convertirse en “referencias territoriales imprescindibles para prevenir la despoblación y la intensificación de los desequilibrios” entre las distintas zonas de la comunidad.
En este escalón, las Directrices del Territorio identifican como tales referentes en la provincia de A Coruña las localidades de Carballo, Cee-Corcubión, Noia, Ribeira y As Pontes de García Rodríguez, junto con tras 14 poblaciones como Vilagarcía, Tui, A Estrada, Lalín, Viveiro, O Barco, O Carballiño, Verín o Chantada. Para estas villas, la Xunta sostiene que deben prever una reserva de suelo adecuada para atender la demanda de servicios, actividades productivas y equipamientos de carácter supramunicipal que no encuentren acomodo en las localidades “de menor rango”. Por ello, a estas se les permitirá aumentar el ratio de reservas dotaciones por habitante.
Servicios
En el siguiente eslabón en el nuevo modelo territorial figuran las “subcabeceras” y los “nodos para el equilibrio del territorio”, que deberían actuar como centros de prestación de servicios y dinamización de las zonas rurales cuyo papel será el de impulsar estrategias de desarrollo social y económico en ámbitos amenazados por la despoblación. Se trata de las localidades de Ortigueira, Mondoñedo, Meira, A Fonsagrada, Becerreá, Quiroga, A Pobra de Trives, Viana do Bolo, Castro Caldelas, Maceda, Allariz, Celanova, Bande, Ribadavia, A Cañiza, Caldas de Reis, Padrón, Negreira, Vimianzo, Santa Comba, Ordes, Melide, Guitiriz, Curtis, Arzúa y Monterroso. Y por debajo de las villas que proponen las DOT estarían los núcleos principales de los restantes ayuntamientos y parroquias.
Las Directrices del Territorio pasan de puntillas sobre la configuración de las áreas metropolitanas de A Coruña y Vigo. Aunque en el caso del norte, la Xunta habla de una “región urbana Ártabra” y da a entender la idoneidad de consolidar una estructura territorial común, lo cierto es que no formula ninguna composición de una futura área metropolitana y su formación la encomienda a que los municipios se agrupen voluntariamente. Las DOT consideran “importante” para Galicia esta región urbana Ártabra porque “su tamaño demográfico es necesario para dotar de cierta masa crítica el sistema urbano gallego, otorgándole una dimensión suficiente como para ocupar un papel relevante entre los espacios urbanos europeos”. Ademas, continúa, “constituye un espacio supramunicipal de fuerte concentración urbana capaz de actuar como centro de conexión entre los sistemas urbanos del Atlántico y del Cantábrico”. También la define como uno de los “sistemas portuarios más importantes de la fachada atlántica europea”. Y desde el punto de vista económico, las Directrices del Territorio recogen que el conjunto Ártabro “constituye uno de los más importantes conglomerados industriales de España, particularmente en la industria de la energía, la construcción, la reparación naval, la confección y la metalurgia”.
En el caso de Vigo y Pontevedra se apuesta diferenciadamente por dos áreas que se crearían también a partir de la cooperación supramunicipal voluntaria de los ayuntamientos “inmediatos” a las dos ciudades. Eso sí, las Directrices del Territorio apuestan por potenciar las comunicaciones entre las dos ciudades e incluso plantea un “agregado urbano” formado por las riberas Portonovo-Pontevedra, Bueu-Pontevedra, Cangas-Moaña, Vigo-Redondela y Baiona-Redondela.
Para estas zonas, la Xunta propone dotarlas de sus respectivas vías de tráfico para articularlas como un “continuo urbano” e integrar sus espacios residenciales con carriles especiales para los sistemas de transporte colectivo. Esta vía debería ser complementado con carriles para bicicletas y peatones “que se desarrolle a lo largo de todo el litoral y conecte con los espacios libres y zonas verdes.

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