Postura unánime en Madrid, en el Ministerio de Transición Ecológica, para que la central térmica de As Pontes continúe funcionando. En la reunión que mantuvieron durante varias horas todos los protagonistas de la crisis desencadenada por el anuncio de Endesa de dejar de producir electricidad con carbón en España, las administraciones, los representantes de los trabajadores y los transportistas reclamaron una transición ecológica justa y que la eléctrica explore todas las vías para que las instalaciones continúen operando.
Después de resultar expulsada del mercado por el alto coste de adquisición de los derechos de emisión de dióxido de carbono, el desplazamiento del carbón en el mercado de generación por otras fuentes, como el gas y las renovables, y la pérdida de competitividad por distintos impuestos, Endesa comenzó el pasado verano a realizar pruebas para intentar rebajar los costes de producción combinando el uso del carbón con otros combustibles. Pero en la reunión de esta mañana dejó claro que por el momento, los resultados de esas pruebas no permiten retomar la actividad de forma que sea viable económicamente.
Así, la compañía energética explicó en el encuentro que, en las condiciones actuales, por cada megavatio que genera en la térmica de la villa minera pierde 16 euros. Aún logrando que se eliminase el conocido como céntimo verde -que grava la generación con carbón frente a otras tecnologías-, continuaría anotándose números rojos, de diez euros por megavatio. Al mezclar el mineral con otros combustibles, como desechos forestales o lodos procedentes de depuradoras, ahondaría en la rebaja de la factura, pero tendría que conseguirse una cuota de sustitución del carbón por encima del 30 % del total, y por ahora no se ha logrado alcanzar ese escenario.
Y ese es el acuerdo alcanzado esta mañana en el Ministerio de Transición Ecológica. Se pondrá en marcha un grupo de trabajo en el que se evaluarán las medidas necesarias desde todos los ámbitos para que se pueda reactivar la planta.
Endesa -que, entre otros, estuvo representada por su consejero delegado, José Bogas- reiteró en el encuentro que aún no tiene encima de la mesa el cierre de la central, en donde continuará llevando a cabo todo tipo de pruebas con combustibles alternativos. También anunció que completará la inversión de 217 millones para la transformación total de las instalaciones.
Mientras que el alcalde de As Pontes, Valentín González Formoso, y el presidente del comité de empresa de la planta, Luis Varela, valoraron que por primera vez todos los actores implicados se sentasen para abordar el problema y ahora se busquen soluciones de futuro, el conselleiro de Economía, Francisco Conde, fue el más crítico. Acusó al Gobierno de acudir al encuentro «sin proposta algunha». Pidió un «plan específico de transición xusta» y una «reacción inmediata».
González Formoso apeló a la prudencia y, aunque rehusó levantar expectativas que podrían no materializarse, ya que incidió en la complejidad de la situación, valoró que todas las partes trabajen unidas para que «Endesa no renuncie a ninguna posibilidad».
Además del Ministerio de Transición Ecológica, la Xunta y el comité de empresa, en la reunión estuvieron distintos representantes del Ministerio de Hacienda -crucial para autorizar medidas económicas al sector- del Concello de As Pontes, de las Federaciones de Industria de CIG, UGT y CC.OO., del colectivo de transportistas y de los empresarios del municipio minero.
Fuente La Voz de Galicia