La Voz de Galicia. David Rochela Calvo (As Pontes, 1990) recibió de Miguel Ángel Lotina la mejor felicitación del año posible: pasar a formar parte de los entrenamientos del primer equipo.
Sin embargo, esta tarde (16.30 horas) regresará a la realidad para jugar en O Morrazo ante el Alondras. El central deberá dejar a un lado los sueños de Primera División para centrarse en detener al histórico goleador Santi Domínguez, el habilidoso Jaco o las acometidas de Edgar, Leiro o Caloi.
Rochela es la joya de la corona de la cantera deportivista. Internacional español en todas las categorías por las que ha pasado, afronta una etapa clave en su trayectoria como profesional desde el pozo de la Tercera División, competición en la que cayó el filial la pasada primavera después de un mal año en la Segunda División B.
A punto de cumplir veinte años (lo hará en febrero), asumió con humildad la decisión del club de mantenerlo en el filial pese a contar con ofertas de superior categoría. La dirección técnica del club ha preferido mantener a puntales como Juan Domínguez, Chirri o él para devolver al equipo de forma perentoria a la categoría de bronce del fútbol español.
Vuelta como central
Esta temporada es la primera en la que el joven central de As Pontes juega en su posición natural: la de central. Aunque en las dos últimas era juvenil, Tito Ramallo lo tuvo a sus órdenes puliéndolo tácticamente y ayudándole a mantener su progresión como jugador internacional.
El pasado año, la vulnerabilidad del Fabril en la zona medular obligó al técnico fabrilista a usar a Rochela como mediocentro defensivo. La probatura solo funcionó en un primer momento, ya que con él y Juan Domínguez como pivotes el equipo cuajó buenos resultados.
Sin embargo, los mejores partidos de Rochela han sido siempre como defensa central, en donde brilla con luz propia por su inteligencia táctica y su anticipación a los atacantes rivales.