Los Ministerios de Transición Ecológica y Trabajo, todas las empresas propietarias de centrales de carbón y los sindicatos CC.OO. y UGT rubricaron este miércoles el acuerdo para la transición justa, que recoge acciones en dos direcciones principales: el reciclaje profesional tanto de las plantillas directas de las mencionadas instalaciones como de sus compañías auxiliares y la captación de inversiones para las zonas afectadas.
Se trata de la ampliación de una alianza que se suscribió en abril del pasado año, y al que se ha sumado EDP, logrando así la implicación de todas las compañías eléctricas con centrales de carbón, es decir, además de la mencionada, Endesa, Iberdrolay Naturgy. Por ello, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, calificó ese pacto como «único en el mundo», según recogió Europa Press, «que demuestra el compromiso del Gobierno no solo con la descarbonización, sino con la protección de los más vulnerables y con el diálogo social». La titular de Trabajo, Yolanda Díaz, incidió en la importancia del «mantenimiento del empleo en los territorios, y su dinamización económica e industrial, debe estar fuertemente vinculado al despliegue de proyectos de generación de energía y de riqueza, armonizados con el entorno».
En la firma de ese acuerdo se anunció la elaboración de un plan de apoyo a la formación profesional e inserción laboral de los trabajadores, para reorientar la cualificación hacia los nuevos perfiles profesionales que serán necesarios tanto en el desmantelamiento de las instalaciones como en los futuros proyectos energéticos. El programa formativo ha sido incluido para su financiación en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y se estructurará a través de un convenio entre el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y el Instituto de Transición Justa (ITJ), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
En As Pontes
Los planes de acompañamiento de las eléctricas contemplan también un doble sujeto: los trabajadores —directos y auxiliares— y los territorios. En el caso de As Pontes, en donde Endesa posee una central térmica para la que tramita su cierre, la eléctrica ha anunciado que, como ya ha hecho en otras zonas en los que el proceso de clausura está más avanzado, empleará al menos al 80 % de sus trabajadores auxiliares en las tareas de desmantelamiento. Además, ha anunciado —aunque vinculado a la obtención de fondos europeos— un proyecto para crear una planta de hidrógeno en la antigua villa minera.
Fuente La Voz de Galicia