La comunidad gallega recupera un millón y medio de nombres de la tierra

En mayo de 2000 se ponía en marcha el Proxecto Toponimia de Galicia, una
iniciativa pensada para recoger, catalogar y conservar, creando una gran
base de datos, más de un millón y medio de nombres de ríos, montes, prados,
lugares… que identifican cada rincón de la comunidad.


La idea fue impulsada desde la Consellería da Presidencia en colaboración con Desenvolvemento Comarcal y con el apoyo de la Consellería de Educación, dada la importancia del patrimonio lingüístico y cultural que suponen los topónimos, los nombres que identifican cada uno de los elementos del territorio.
Con la paulatina despoblación del medio rural, la construcción de grandes infraestructuras y la expansión de ciudades y villas, que absorben cada vez más tierras no urbanas, se corría el riesgo de perder para siempre miles de nombres que pueden aportar interesante información sobre el pasado de la zona donde se conservaban.
Así, el Proxecto Toponimia de Galicia surgió para conservar y recuperar este patrimonio inmaterial, empleando nuevas tecnologías para la recolección de la información sobre el terreno y su posterior gestión y aplicación en ámbitos administrativos e incluso por parte de la propia ciudadanía.
La pieza clave de la puesta en marcha del proyecto son los concellos, por ser la unidad territorial básica para la obtención de datos, con los que trabaja en estrecha colaboración la Comisión de Toponimia de Galicia.
Varias son las concejalías de cada municipio que se pueden beneficiar de contar con una base de datos de nombres del territorio actualizada, según la Comisión de Toponimia: Urbanismo, por la utilización de cartografía y por la necesidad de conocimiento del territorio; Estadística, por su actividad de registro censal y vinculación directa con la realización del nomenclátor de entidades de población; Educación y Cultura, por la ayuda que puede suponer la recogida de topónimos para aumentar la sensibilización y el respeto por el patrimonio cultural y lingüístico; y, finalmente, Normalización Lingüística, por la contribución que supone para recuperar vocabulario gallego.
NOMENCLÁTOR
Origen Muchos de los nombres de ríos de Galicia son de origen prelatino. Una gran parte de los nombres de entidades de población son latinos y otra parte importante se corresponde con nombres de posesores germánicos.
Engullidos El crecimiento y expansión de los grandes núcleos de población gallegos, tanto en el caso de las ciudades como en el de las villas, supone la desaparición de topónimos rurales, al quedar las fincas convertidas en calles o plazas con un nombre por lo general ajeno al anterior. En ocasiones, aldeas enteras desaparecen para dar su nombre a un barrio, la única huella actual de su existencia.
Cambios Las relaciones oficiales de núcleos de población se publican cada diez años y en ellas se puede observar cómo hay entidades que aparecen por nueva creación y otras que desaparecen al quedar deshabitadas. El proceso es continuo, aunque, por lo general, los cambios que se producen cada año son relativamente pocos.
Libro y CD-ROM El Nomenclátor oficial de Galicia (sólo incluye entidades de población) ya está publicado en libro y a punto de ser presentado oficialmente. La versión en CD-ROM estará lista en breve.
Tarea abierta Las bases de datos elaboradas en el proceso de recuperación de toponimia y microtoponimia pueden modificarse para añadir nuevos datos o corregir los ya existentes. Además, en el caso de la microtoponimia es posible hacer al mismo tiempo que la recogida de nombres una relación de los monumentos y todos aquellos bienes que forman parte del patrimonio cultural de un concello.
Nuevas tecnologías aplicadas
Todos los nombres que se obtengan a partir del trabajo de campo serán estudiados por la Comisión de Toponimia para poder regularizar con criterios lingüísticos la forma normativizada de cada uno de ellos y poder usarla correctamente en carteles, señales y documentos.
Esta base de datos será una referencia para todo tipo de administraciones y profesionales (registros públicos, notarios, catastro, Instituto Nacional de Estadística, patrimonio, etc.) que tendrán a su alcance la toponimia normativizada.
Cada concello dispondrá de un banco de datos toponímico para apoyo a sus tareas administrativas, inventario y localización de propiedades, corrección del catastro, etc. Además, se desarrollará un sistema de información geográfica para permitir a los gestores de la planificación del territorio tener unha base cartográfica con toda la información toponímica, de elementos del patrimonio cultural y sobre el territorio municipal. La localización de cada topónimo se podrá hacer a través de sus coordenadas geográficas, facilitando los trabajos de los servicios de urgencias y contra incendios.
En el aspecto cultural, hará más fácil la elaboración de estudios de investigación partiendo de la toponimia, tanto desde el punto de vista lingüístico como desde el histórico, se podrá introducir en la página web municipal como servicio abierto de consulta pública y también usar en los centros escolares como material didáctico para el conocimiento del territonio donde viven los estudiantes.
HENRIQUE NEIRA\SANTIAGO
Cortesía de Luilhi

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