Grupos con sede en la capital de España y Barcelona desvían sus emisiones a municipios periféricos como Cerceda, A Coruña y As Pontes.
[Xornal.com, por Pablo G. Quintas] Galicia es una comunidad con una elevada dependencia energética, importa más del 70% de la electricidad que necesita. Pero, paradójicamente, las instalaciones de generación ubicadas en la autonomía son muy contaminantes, lo que provoca que sean las causantes del 8,13% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de España. Madrid, junto a Cataluña el área geográfica más industrializada del Estado, solo origina el 6,42% de este tipo de polución, un 25% menos.
A la cabeza de las industrias más contaminantes de Galicia siguen un año más las centrales térmicas de Endesa, en As Pontes, y de Unión Fenosa en Meirama. Tras ellas, la refinería de Repsol YPF en A Coruña. Las tres provocan el 45% de las emisiones de efecto invernadero de la comunidad. Por detrás de las empresas que producen polución, el transporte de coches, camiones y trenes diésel despide un total del 17% del total de emisiones.
En el caso de Repsol YPF, con una producción de más de seis millones de toneladas de petróleo al año en A Coruña, los expertos consideran que es una fuente importante de derrames al mar de crudo. Entre los principales focos de contaminación por hidrocarburos se encuentra el transporte marítimo. El traslado de materiales es uno de los causantes de la suciedad en los océanos.
De hecho, el grupo de expertos sobre aspectos científicos de la protección del medio ambiente marino de Naciones Unidas (Gesamp), considera que la contribución de la contaminación marítima por hidrocarburos está generada en más de un 20% por plantas costeras, sobre todo las refinerías.
Tras la próxima compra de Unión Fenosa por parte de Gas Natural, las compañías más dañinas con el medio ambiente de la comunidad gallega tendrán su sede en Madrid y Barcelona. Estas multinacionales focalizan en torno a su domicilio social las oficinas y los departamentos más volcados en servicios y márketing, buscando ubicaciones periféricas para su industria pesada.
Azufre y carbono
En Galicia, sus habitantes soportan 4,5 veces más contaminación por dióxido de azufre y el doble por dióxido de carbono de lo que deberían por sus niveles de riqueza y población, según los datos facilitados por el catedrático de Biología y expresidente de la asociación ecologista Adega, Ramón Varela.
En su informe La contaminación atmosférica en Galicia, refleja una situación preocupante sobre las emisiones que pueden influir en el medio ambiente y la salud de las personas en la comunidad.
Varela analizó en su estudio la emisiones de 54 sectores y subsectores de la economía gallega y 21 tipos de fuentes y combustibles energéticos. El trabajo del profesor compostelano refleja una contribución gallega al total de emisiones del Estado excesivamente alta y que no se corresponde con su grado de industrialización, territorio, número de habitantes y su nivel de vida.
Las instalaciones de Endesa en As Pontes de García Rodríguez solo dan empleo a 300 personas, por las 3.000 de 1996, pero el año pasado emitieron a la atmósfera 8,9 millones de toneladas de CO2, lo que la convierte en la central térmica más contaminante de España y la novena de la Unión Europea. Esta cantidad es la equivalente a la que producen tres millones de coches. Su cierre es complicado, porque posee casi 1.500 megavatios de potencia instalada y es capaz de cubrir el 5% de la demanda nacional.
Las emisiones de Meirama alcanzaron el año pasado las 5,1 millones de toneladas de CO2; 1,4 millones en el caso de la refinería de Repsol YPF. Otras industrias como ENCE-Lourizán, Alcoa y Cementos Cosmos tampoco cumplen con Kyoto, aunque su daño a la atmósfera es considerablemente menor.
Un repaso a la evolución de los últimos años refleja, según los datos oficiales, que las emisiones de gases de efecto invernadero crecieron en Galicia un 25% entre 1990 y 2007.