Los concellos mineros se suben al podio de las rentas más altas

As Pontes revalida año tras año su segundo puesto entre los municipios gallegos con los mayores ingresos medios; la actividad de las empresas del sector contribuye a fijar población y riqueza en las zonas rurales

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta Galicia es al envejecimiento de la población y al declive demográfico. En los últimos años, un gran número de núcleos rurales han ido quedándose despoblados, debido a la concentración en las ciudades y a la pérdida de peso del sector primario en la economía. Dirigentes de Galicia, junto a los del Principado de Asturias, La Rioja, Aragón, Castilla La Mancha y Castilla y León mantuvieron recientemente un encuentro en el que coincidieron en la necesidad de la puesta en marcha de una estrategia europea sobre el cambio demográfico, que tenga en cuenta las especificidades propias de cada área, aunque con elementos comunes, como la baja densidad de población, la dispersión y el envejecimiento.

Pese a ese escenario desfavorable, el propio campo gallego cuenta con un sector, el de la minería, que a lo largo de las últimas décadas ha contribuido no solo a fijar población, sino también a elevar el nivel de riqueza de los respectivos municipios en los que se ha desarrollado y también del conjunto de la comunidad. De acuerdo con la información que maneja la Xunta, las actividades extractivas continúan siendo uno de los sectores económicos estratégicos para la comunidad, de forma que, en conjunto, mantienen más de 7.000 puestos de trabajo -más de 4.600 de forma directa- y representan el 1,2 % del producto interior bruto (PIB) gallego.

En Galicia, la mayoría de las minas se encuentran radicadas en entornos rurales, contabilizándose un total de 287 explotaciones en activo, de acuerdo con los últimos datos que maneja la Cámara Oficial Mineira de Galicia.

As Pontes, Cerceda y O Barco de Valdeorras son algunos de los ejemplos que evidencian la contribución de la minería al desarrollo de los respectivos municipios en los que están enclavados y que, en algunos casos, los colocan entre los primeros en nivel de renta de la comunidad. En O Barco, un referente en cuanto a la extracción de la pizarra, entre otros materiales, alrededor de 2.400 personas trabajan directamente vinculadas a este segmento de actividad de forma directa, y otros 10.000 de forma indirecta o auxiliar. Una rueda económica gigantesca que mueve a su vez otros sectores. Además, atesora buenas perspectivas de crecimiento, ya que el Clúster de la Pizarra estima que a medio plazo se podrán crear otros 200 puestos de trabajo ligados a esta actividad.

Producción energética

As Pontes, que ha clausurado su mina después de que se agotara su capacidad y ha sido ejemplo medioambiental en Europa, al poner en marcha un lago artificiales en el antiguo yacimiento, continúa ocupando los primeros puestos en la comunidad en el ránking de municipios con las rentas más altas. De hecho, la villa que acoge una de las centrales térmicas más grandes del país, alimentada durante décadas por su yacimiento de lignito pardo, ocupa la segunda posición entre las ciudades gallegas con mayor renta bruta media. Así, la Estadística de Declaraciones de Renta a nivel municipal de la Agencia Tributaria del pasado año muestra que los vecinos de la villa pontesa disponen de unas rentas medias de 29.749 euros al año, frente a los 22.402 de la comunidad.

La villa minera solo es superada por Oleiros, en donde residen algunas de las más grandes fortunas gallegas, y adelanta al resto de grandes urbes de la comunidad.

En Ourense, O Barco de Valdeorras ostenta el segundo puesto de la provincia en cuanto a la renta media disponible, aunque en este caso con unos números menores que los de As Pontes, con 21.343 euros de media.

Para apuntalar su crecimiento y continuar desempeñando un papel de fijación de la población en los municipios rurales, el sector de la minería apuesta por su modernización, llevando también al ámbito de ese tipo de concellos las últimas innovaciones tecnológicas. Así, en este segmento de actividad se incide en la importancia de las nuevas competencias, relacionadas con la supervisión, la coordinación y el control de los procesos.

De igual manera, las nuevas tecnologías vinculadas a la transformación digital posibilitan que tanto la extracción como el mantenimiento de las minas eleven su grado de automatismo frente a los procedimientos antiguos.

Cualificación profesional

Por otro lado, los avances en el sector propician el establecimiento de nuevos roles de los trabajadores, lo que lleva consigo una mejora en su seguridad y productividad, así como en la sostenibilidad de los proyectos mineros.

La elevada especialización de los empleados de la minería moderna lleva pareja una alta cualificación, lo que redunda en una amplia capacidad para su reinserción laboral en otros sectores, preferentemente los industriales, que presentan también, por otro lado, una mayor calidad.

Fuente La Voz de Galicia

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