Los telecentros rurales abiertos hace un año en As Pontes apenas se usan

La Voz de Galicia. Desde hace poco más de un año, las parroquias de As Pontes cuentan con una red de once telecentros con conexión a Internet vía satélite. El desembarco de las nuevas tecnologías en las zonas más apartadas del municipio fue posible gracias al programa Vilas Dixitais, impulsado por las tres administraciones públicas, la local, la autonómica y la estatal, que invirtieron un millón de euros entre la red de telecentros de As Pontes y la de Vilalba. Ahora, estos locales sociales con ordenadores conectados a Internet gracias al satélite Hispasat están infrautilizados. En casos, como el situado en O Freixo, apenas si entran vecinos para navegar por la red y permanece cerrado la mayor parte del tiempo.


«Antes abríamos os fins de semana, pero agora dáselle pouco uso ao telecentro», reconoce un directivo de la asociación de vecinos de O Freixo. En esta parroquia situada en la montaña de As Pontes viven unos ochenta vecinos, casi todos mayores que «non están no tinglado das novas tecnoloxías», señala el directivo.
El telecentro de Goente, en cambio, sí registra usuarios, pero sobre todo son jóvenes de la parroquia que ya conocen el medio y aprovechan la infraestructura para navegar y chatear de forma gratuita.
Para conseguir que los vecinos más talluditos también descubran las posibilidades de Internet y se sumerjan en el mundo de las nuevas tecnologías, la Consellería de Industria ha dado el paso de organizar cursos de formación en las parroquias para que los vecinos se enganchen a los telecentros y le «pierdan el miedo al ordenador».
Raquel Hermida es la responsable en As Pontes de impartir los cursos de la red de dinamización de la consellería. Estos días está enseñando mecanografía y nociones básicas de informática a una veintena de vecinos de la parroquia de Goente. En septiembre les tocará el turno a los de Devesos, Somede, Gondré y O Freixo.
El perfil del cursillista
Cuenta Raquel Hermida que el perfil de las personas que se apuntan a estas clases es el de una mujer de entre 40 y 50 años. Muchas de las que se sientan estos días en el telecentro de Goente, situado en la Casa do Mel, son amas de casa «que en su vida tocaron un ordenador y que están descubriendo cosas que nunca pensaron que se pudieran hacer», explica la dinamizadora.

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