Un solo PSdeG, dos visiones distintas

Formoso lidera el tono reivindicativo con Madrid, del que decide borrarse Gonzalo Caballero

«Por unha transición xusta na defensa do emprego nas Pontes e comarcas». Detrás de una pancarta con este lema desfilaron el jueves 5.000 personas por las calles de As Pontes para advertir al Gobierno central que media provincia está dispuesta a plantarle cara si no despeja los nubarrones sobre el futuro de la central de Endesa, capaz de generar por sí sola el 5 % de la demanda de electricidad de España y de la que dependen varios miles de empleos directos e indirectos en la zona. Sosteniendo la pancarta, rodeado de sindicalistas, estaba Valentín González Formoso, alcalde pontés, líder de los socialistas de la provincia de A Coruña, que dejó a un lado la sintonía personal con Pedro Sánchez para ponerse al lado de sus vecinos y leer el manifiesto final.

Cuentan que Teresa Ribera, la ministra para la Transición Ecológica, está un tanto descolocada. Quizás nunca previese esta rebelión contra el plan de descarbonización que impulsó, que fue el más elogiado en Bruselas de todos los remitidos por los socios de la UE. Pero así se las gasta el PSdeG de Formoso. En el 2010, se unió a la marcha negra contra el decreto del carbón de Zapatero y probablemente seguirá haciendo lo mismo sean quien sea el que esté enfrente.

Lo ocurrido el jueves en As Pontes pone de manifiesto que en el PSdeG hay dos formas muy distintas de entender el partido, casi antagónicas en la forma de interpretar la relación con Ferraz. Una vía autónoma y otra subordinada. La galleguista o la jacobina. Una vía propia y otra plegada al dictado de Madrid. Puede que no sean incompatibles, pero las dos almas socialistas siempre convivieron con tensiones.

Una de las almas la representan no solo Formoso, sino buena parte del poder local que entiende que el liderazgo político se construye pegado a los intereses de la gente y no del partido. Ahí está también el alcalde de Santiago, Sánchez Bugallo, que ya mostró tono reivindicativo ante su mismo partido en Madrid por el enlace orbital, o Abel Caballero y ese viguismo con el que es capaz de desarmar a cualquiera.

La otra alma la representa la dirección del PSdeG, con Gonzalo Caballero al frente, que nunca les pone un matiz, y mucho menos un reproche, a las decisiones del Gobierno en Madrid. Eso es lo que explica que el líder de los socialistas gallegos, y sus más directos colaboradores en la dirección, se borraran de las fotos de la marcha reivindicativa de As Pontes, en la que participaron en torno a ochenta cargos públicos del PSOE coruñés, entre diputados provinciales, alcaldes o concejales llegados de varios puntos.

La cuenta oficial del PSdeG en Twitter dedicó el jueves seis entradas a informar del encuentro de Gonzalo Caballero con el presidente de la Diputación de Lugo, cuatro más a difundir la entrevista de Pedro Sánchez en La Sexta y ninguna a replicar la marcha de la reivindicación colectiva de As Pontes, aunque sí mostró en un par de fotos al líder del PSdeG reunido con el comité de empresa de la central térmica.

Gonzalo Caballero ha ligado su futuro político a la suerte de Pedro Sánchez, en la creencia de que, si este repite en la Moncloa, le contagiará el impulso para llegar a lomos del caballo ganador a la Xunta. El tiempo dirá si acierta en su estrategia, pero entretanto el PPdeG se está lanzando ya a degüello contra su flanco más débil: el sucursalismo de Madrid.

Fuente La Voz de Galicia

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