Cerceda negocia medidas para evitar el cierre de la central térmica

El decreto del carbón provocaría que el Concello dejase de ingresar 600.000 euros anuales
[La Voz de Galicia] El alcalde de Cerceda, José García Liñares, está dispuesto a mover cielo y tierra para evitar que el decreto que incentiva el uso del carbón nacional, aprobado el pasado mes de febrero, afecte negativamente a la localidad y a toda la comarca. En juego están los cerca de 600.000 euros que en concepto de impuestos y convenios recibe cada año el Ayuntamiento cercedense de la central térmica de Meirama, amén de los más de 140 puestos de trabajo directos e indirectos relacionados con la compañía.


«A central térmica de Meirama, para ben e para mal, está moi ligada a Cerceda, por iso vémonos na obriga de facer todo o posible para que non pare», aseguró el regidor, que el martes dio un paso más en su particular lucha y se desplazó a Madrid acompañado por su homólogo de As Pontes, Valentín González Formoso, para entrevistarse con el director general de Energía, Antonio Hernández. Ambos acudieron a la capital para dejar algo muy claro: si se prima el carbón nacional, las empresas de Asturias y Castilla y León verán el cielo abierto, pero las centrales de Meirama y As Pontes estarán abocadas al cierre. Y si cierran, la crisis económica en ambos municipios puede ser brutal. «A repercusión socioeconómica do decreto é moi importante para Cerceda», insistió el regidor.
Por eso los dos alcaldes volvieron satisfechos de Madrid, porque aunque saben que a estas alturas es imposible paralizar la aprobación del decreto -«só está pendiente de que a Comisión Europea se pronuncie e iso será, probablemente o vindeiro día 20», explicó García Liñares-, en la capital les dieron motivos para la esperanza. «Eu preguntei directamente se podían paralizar o decreto, pero a resposta foi que non. A única posibilidade sería que a Comisión Europea propoña modificacións, pero iso é case imposible», añadió.
Sin embargo, no está todo perdido para Cerceda y As Pontes. «En Madrid dulcificaron moito unha resposta que, a priori, non era boa, pero alomenos obtuvimos un avance importante», indicó José García Liñares. Concretamente, los representantes del Ejecutivo central les explicaron que el Gobierno estudia medidas compensatorias para las térmicas gallegas que tan afectadas resultarán con el decreto del carbón. Así, los responsables de Industria les explicaron que prevén reservar un 5% del total de la generación energética a las plantas que queman hulla importada. «Antes a porcentaxe estaba entre o 2 e o 3%, así que xa é un avance significativo», valoró el alcalde de Cerceda, quien añadió que el aumento «permitiría que funcionase con combustible de fóra un grupo de As Pontes e a central térmica de Meirama».
No obstante, advirtió de que esa sería la propuesta del Gobierno, que también deberá apoyar el PP. «E eles tamén terán algo que dicir», indicó García Liñares, quien se confesó molesto porque la Xunta, presente en el Consejo de Energía, no hubiese presentado ninguna alegación al decreto aprobado en febrero. «Se o fixeran no seu día quizais tiveramos máis tempo para reaccionar», dijo.
Insistió, además, en que tanto él como el alcalde de As Pontes, hicieron hincapié en lo importante es que el Gobierno garantice unas horas mínimas de funcionamiento anuales «porque só iso garantizará o emprego».
«Hai que conseguir cambios e acordos xa, porque en canto entre en vigor o decreto pouco poderemos facer», dijo García Liñares, quien también tiene previsto entrevistarse con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo. Ha iniciado una particular batalla que no está dispuesto a perder.

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