Drones desechables de bajo coste, que podrían ser clave en momentos de emergencia

Se trata de aparatos autopilotados, construidos en cartón y dirigidos por medio de GPS, que podrían ofrecer un importante servicio de entrega de suministros médicos en lugares aislados o en momentos de emergencias sanitarias

Los drones se han convertido en aparatos imprescindibles a la hora de ofrecer servicios de seguridad y, ahora también, servicios de entrega de materiales necesarios en momentos de emergencia. Especialmente en áreas de difícil acceso, donde las condiciones de las carreteras son poco fiables y, sobre todo, en lugares donde se ha vetado el acceso a las personas (al encontrarse, por ejemplo, bajo cuarentena y con la necesidad de suministros médicos).

En circunstancias como estas, el problema puede ser el alto coste de los drones y el hecho de que estos aparatos autopilotados solo podrán viajar la distancia que les permitirá la vida útil de su batería, teniendo en cuenta que tendrán que ir y volver (lo que significa que ese viaje de vuelta acorta las posibilidades de tramo recorrido).

Ante esta situación, se ha planteado una cuestión fundamental: qué pasaría si los drones no tuvieran que regresar al punto de partida. Bien, pues precisamente eso es lo que se han preguntado (y resuelto) desde un nuevo proyecto de investigación, el Proyecto Icarus (Inbound, Controlled, Air-Releasable, Unrecoverable Systems). Dicho proyecto ha sido financiado por DARPA (la agencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos, responsable del desarrollo de nuevas tecnologías para uso militar).

La solución es sencilla: desarrollar drones que sólo cubran el trayecto de ida. Y no tendrán que volver al origen porque, básicamente, se tratará de aparatos desechables construidos con cartón. Serán biodegradables, para poder descomponerse y desaparecer en el entorno una vez utilizados.

OtherLab ha sido el grupo encargado de construir estos drones de papel. En palabras de Star Simpson, uno de los ingenieros de investigación aeronáutica involucrados en el proyecto: “A la hora de transportar vacunas u otros suministros médicos, sabes que cuanto más material puedas empaquetar en el dron, más alivio podrás proporcionar”. Y lo que está claro es que si el dron no necesita llevar una batería para su viaje de vuelta, más espacio tendrá para llevar los suministros solicitados.

Este nuevo dron desechable y autónomo está construido principalmente en cartón. Es resistente, además de muy ligero, y lo mejor de todo es que su construcción es muy económica. Vuela como un planeador, lo que significa que no lleva motor a bordo. Tiene un sencillo GPS además de unos sensores que se programan para ajustar las superficies de control del avión, como sus alas o timón, que determinarán dónde viajará y aterrizará el aparato.

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