As Pontes ha sufrido una potente transformación en los últimos días. Y ha sido a través del arte. Los que hace nada eran muros sucios y carentes de vida han ganado en vida y en color. Espacios ante los que nunca antes un vecino se detendría se contemplan ahora como gigantescos lienzos. Obras de arte de distintas disciplinas que emergen de un mismo origen: el proyecto As Pontes EnPezas, impulsado por las áreas de Cultura y Participación.
Una de las más espectaculares – por sus dimensiones y por la modelo elegida- culminará a lo largo de esta jornada. A cargo de ella, Joseba Muruzábal (Yoseba MP). El artista transformó el lateral de un edificio -ubicado en la avenida de Galicia- en un gran lienzo cuya protagonista es una vecina de As Pontes de 95 años, conocida como Carmen a da Depuradora. «El proyecto forma parte de mi serie de murales en los que retrato a mujeres de mandilón con súper poderes. Mis pinturas reflejan superheroínas en clave de humor con una mezcla entre el cómic y un rural feminizado», explica. Y quienes a partir de ahora paseen por otra de las arterias de la localidad, la avenida de Ortigueira, se toparán con un muro roto, entre huertos. Dos artistas locales, Rubén Moledo e Iván Gómez, son los autores de una intervención de grafiti, a base de sprays. «Por su ubicación, quise plasmar lo que había detrás de este muro y así camuflarlo en el entorno», apunta Moledo, autor de un diseño en el que adquieren un gran protagonismo las dos manos estampadas en la obra. «La gente está muy contenta y dice que es increíble. Y yo también porque llevo años queriendo hacer algo así. Hemos conseguido darle vida y color a las calles», subraya.
As Pontes EnPezas ha dejado su huella en multitud de rincones de la villa. El muralista local Diego Cereijo cuenta ya con su estampa en la parada de autobús de la Fraga. Wedo en la avenida de Galicia, las asociaciones A Xanela y Aspanaes y el grupo poético Alalá se han volcado para transformar espacios vacíos a través del arte urbano. Además, el proyecto ha contado con la participación de artistas como el ferrolano Eduardo Hermida que, con la ayuda de los alumnos del IES Castro da Uz y Moncho Valcarce, puso a andar un tren del carbón que ilustra el pasado y el presente industrial de la villa. Intervenciones efímeras ejecutadas durante el fin de semana, como una alfombra ante el ayuntamiento, piezas de calceta salpicadas por el Campo da Feira y un mosaico fotográfico en homenaje a Xaquín das Herbas completaron el proyecto. «El balance no puede ser más positivo», señaló la concejala Sonia Sueiro que adelanta una segunda edición antes del verano. «La colaboración fue muy enriquecedora y ya nos ha llamado gente para ceder sus muros», explica.
Fuente La Voz de Galicia