Ferrol suspende en reindustrializar

Los fondos de Industria se suman a otros incentivos que fracasaron en la comarca

Ya puede pasar a engrosar el listado de programas de incentivos lanzados en los últimos treinta años en Ferrolterra para compensar el adelgazamiento de la industria naval en la zona que acabaron muriendo sin conseguir su objetivo. Los fondos para la reindustrialización de Ferrolterra, Eume y Ortegal que desde el 2005 viene convocando el Ministerio de Industria se quedan mayoritariamente sin invertir ya que no existe demanda suficiente para requerir su concesión. Tres décadas después de la reconversión naval, ni la Zona de Urgente Reindustrialización (ZUR) ni la Zona de Industrialización en Declive (ZID) ni estos últimos fondos, conocidos como del Plan Ferrol, han servido para lograr la tan ansiada diversificación empresarial, en unas comarcas cuya economía continúa dependiendo mayoritariamente de la salud de la construcción naval.

¿Cómo ha sido la evolución del Plan Ferrol desde sus inicios?

Desde el 2005, cuando se formuló la primera convocatoria de estos incentivos, se han amparado 346 proyectos, con fondos por más de 300 millones de euros. Inicialmente, las ayudas a la reindustrialización de Ferrolterra, Eume y Ortegal tenían dos destinatarios: por un lado administraciones y entidades públicas, que obtenían subvenciones a fondo perdido, y empresas privadas, a las que se concedían créditos con condiciones especiales de financiación. El hecho de que en las primeras convocatorias se estableciesen condiciones de acceso muy fáciles de cumplir -con créditos con un plazo de amortización de quince años, los cinco primeros de cadencia y a interés cero- disparó la demanda. Sin embargo, cuando se desencadenó la crisis, las empresas carecían de financiación para materializar proyectos y el Gobierno central decidió endurecer los requisitos y planteó exigencias, como los avales, lo que provocó un desplome en el número de solicitudes.

¿Desde cuándo se ha acusado la caída en las actuaciones a amparar?

La convocatoria del 2014 fue la que evidenció el mayor desplome, ya que fue el primer año que únicamente se amparó un proyecto empresarial. El ejercicio siguiente aún fue peor, dejando la convocatoria desierta, mientras que en los dos últimos años solo se concedieron ayudas a una actuación empresarial, en cada uno de ellos.

¿Cuáles son las causas para que se haya desplomado la demanda?

Al menos sesenta millones de euros de los concedidos a proyectos del Plan Ferrol acabaron en empresas que echaron el cierre. Para evitar este número tan alto de actuaciones fallidas, el Ministerio de Industria exigió la concesión de avales e incrementó los tipos de interés de los créditos. Conforme la situación económica ha ido mejorando, también lo ha hecho las condiciones en las que los empresarios pueden acceder a la financiación bancaria, por lo que en muchos casos no les compensaba la presentación a la convocatoria del Ministerio de Industria.

¿Ha hecho el Ministerio actuación alguna para revertir esta situación?

En los últimos años ha decaído el esfuerzo del Ministerio de Industria para acercar a las zonas del país en las que se había mantenido los fondos para la reindustrialización los contenidos de las sucesivas convocatorias. Por otro lado, la Confederación de Empresarios de Ferrolterra, Eume y Ortegal (Cofer) y la Asociación de Empresarios Ferrolterra (AEF) elevaron al Ministerio de Industria una propuesta con medidas que, entendían, debían de incorporarse a las bases. Entre ellas, que pudieran beneficiarse empresas de servicios de los incentivos y no solamente firmas industriales y que no se exigiese la presentación de las garantías económicas hasta que no se conceda la ayuda. Además, consideraban que deberían estar exentas de hacer frente a los avales aquellas compañías que contasen con fondos propios suficientes para respaldar las inversiones previstas. Pero, un año más, Industria desoyó cualquier tipo de flexibilidad y estableció que en el momento de la solicitud habría que presentar garantías económicas por el 10 % del valor del proyecto.

¿Cuáles han sido los resultados de la última convocatoria?

Solamente se presentaron dos solicitudes: las cursadas por Greenalia Logistics para acometer la segunda fase del proyecto de valorización de biomasa forestal residual, y el de Delicias Coruña, asentada en As Pontes, para materializar una segunda línea de elaboración en sus instalaciones. Solo se apoya la primera, con 1,5 millones.

¿Han cumplido los fondos con su objetivo?

Posibilitaron la implantación de nuevas industrias, de sectores que hasta ahora no tenían presencia en la comarca, pero no se ha logrado el objetivo de la diversificación, ya que el monocultivo naval sigue teniendo un gran peso para la economía de las tres comarcas.

Fuente La Voz de Galicia

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