El lago de As Pontes empezará a rebosar al Eume en otoño

Endesa destaca que la calidad del agua «cumple todos los requisitos»
[La Voz de Galicia] El lago de As Pontes ya se encuentra al 90% de su capacidad y las previsiones que maneja Endesa indican que alcanzará su límite en otoño, unos meses antes de lo esperado. «Ha llovido mucho y bien, es decir, sin trombas», explica Francisco Aréchaga, el director territorial del Noroeste de la eléctrica, quien agrega: «Esto nos ha permitido canalizar el agua hacia el embalse y anticiparnos algo a lo que estaba programado».


En cuanto termine el llenado del lago, la descomunal lámina de agua empezará a rebosar al río Eume. Lo hará por el lado más próximo a la central donde se habilitará un canal que encauce el sobrante a través del lecho del río Carracedo, uno de los afluentes naturales del Eume. Pero antes de que pueda efectuarse este aporte, Augas de Galicia, el organismo dependiente de la Xunta, deberá autorizar esta operación.
Los permisos iniciales
«Disponemos -comenta Aréchaga- de los permisos iniciales que se solicitaron para la puesta en marcha del proyecto». «Sin embargo, en el momento en que se vaya a producir este rebose deberemos pedir una nueva autorización a Augas de Galicia», subraya. El alto directivo de Endesa confía en que no haya contratiempos de última hora para que el Gobierno gallego dé luz verde a este proceso, ya que «el agua cumple todos los requisitos de calidad exigidos desde la Administración autonómica».
Más de 2.000 controles
De hecho, el ingeniero encargado de la restauración de la escombrera de la mina de Endesa, Aníbal Gil, destaca que el agua del lago pasa a lo largo del año «alrededor de 2.000 controles, entre los análisis propios de la empresa y los efectuados por organismos independientes». Los resultados de estas pruebas se transmiten semanalmente a Augas de Galicia. «Hasta el momento, no hemos tenido ningún problema con ninguno de los parámetros que debemos chequear», subraya el director territorial del Noroeste de la compañía eléctrica.
Es más, Aníbal Gil explica que han notado un incremento gradual de la fauna que habita el lago. Entre estos animales ya se han empezado a ver peces que llegan hasta el embalse a través de los aportes que realiza el río Eume. Las aves son otros de los moradores habituales del nuevo entorno de la mina que ya tiene acumulados 480 hectómetros cúbicos de agua. También la vegetación ha empezado a crecer en todo el perímetro de la infraestructura que estará terminada en el último tercio de este año y que tiene una longitud aproximada de 18 kilómetros.
La orilla de toda la circunferencia está protegida por diques contra el oleaje que tienen una altura de cuatro metros, dos de los cuales permanecerán emergidos. Estos barreras de contención se han diseñado para evitar la erosión de los terrenos que rodean el embalse, ya que, según los datos que maneja Endesa, los vientos que azotan el lago podrán generar olas de hasta dos metros de altura. «La mayor parte de las tierras que rodean el lago son arcillosas, por eso es necesaria esta protección», recalca Francisco Aréchaga, quien también destaca que solo hay dos zonas donde no es necesaria esta barrera artificial: en los lugares donde ya hay piedra y en la playa que la firma energética está construyendo en uno de los extremos de la lámina de agua.
La evolución de la playa
El director territorial del Noroeste de Endesa confirma que el arenal estará listo el mes que viene, cuando los operarios de la empresa acaban de esparcir las 15.000 toneladas de arena que todavía faltan de un total de 90.000. Además empezará a plantarse cerca de 4.000 árboles en los extremos del arenal con el objetivo de proteger del viento la playa de 370 metros de longitud. Serán en su mayor parte especies de hoja perenne como el pino de Oregón.

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